Que el Manchester United es un equipo histórico, es evidente. Que no atraviesa su mejor momento a nivel deportivo, también lo es. Los ’Diablos Rojos’ son una de las mayores potencias del planeta en lo que hace alusión al marketing, cuyo posicionamiento en los diferentes rincones del mundo permite que disponga de un reconocimiento y una fuente de ingresos al alcance de muy pocos. En concreto, de Real Madrid y FC Barcelona, los más mediáticos del balompié.
No obstante, Old Trafford es uno de los estadios más emblemáticos, un templo que sueña con volver a rugir con las gestas deportivas que antaño eran habituales, pero que ahora se producen muy a cuentagotas. Por tanto, Ole Gunnar Solskjaer, técnico del United, pretende diseñar una plantilla que afronte seriamente la posibilidad de triunfar en cada competición donde participe.
Sinceramente, a título personal, mi opinión es que el principal problema del Manchester United radica en la defensa, carencia notablemente subsanada con las incorporaciones de Aaron Wan-Bissaka y Harry Maguire (zaguero más caro de la historia), y el centro del campo. Paul Pogba, su teórico jugador franquicia, da la sensación de estar con la mente en el pasado periodo estival de traspasos, cuando sonó con fuerza para aterrizar en el Santiago Bernabéu.
Dicho lo cual, uno de los grandes objetivos de los ’Diablos Rojos’, desde hace tiempo, es la incorporación de Wilfried Zaha. Según The Sun, el United se vería en la obligación de realizar un desembolso de 78 M€ a las arcas del Crystal Palace para recuperar al ariete. Igualmente, otro viejo conocido en Old Trafford es Memphis Depay (Olympique de Lyon), jugador sobre el que todavía mantiene una opción de recompra. Una alternativa que ejecutaría en caso de persistir el interés del Tottenham Hotspur por el neerlandés, tal y como publica Daily Star.