Gracias a la victoria del club portugués, al Lyon le bastaba con igualar con su rival alemán, que ya estaba clasificado. Sin embargo el conjunto francés sufrió de lo lindo para hacerse con el punto que le permitía meterse entre los mejores dieciséis equipos de Europa por segundo año consecutivo. Aouar y Depay tiraron del carro lionés cuando más difícil lo tenían.
Era un partido a todo o nada para el Olympique puesto que dependiendo del marcador final hubiera podido quedar en cualquiera de los cuatro escalones del grupo G.
El conjunto alemán, en cambio, sólo se jugaba acabar primero de grupo y sobretodo el honor. La derrota por cero a dos en el partido de ida todavía escocía a los pupilos de Julian Nagelsmann que desde entonces sólo ha perdido uno de sus últimos doce partidos.
Si bien a Nagelsmann no le obsesionaba la revancha. De ahí que introdujera cinco cambios con respecto al equipo que superó el pasado fin de semana al Hoffernheim (3-1). Destacó que diera descanso a Sabitzer por primera vez esta temporada y el regreso a la titularidad de Poulsen tras lesionarse con la selección danesa.
El nórdico fue el primero en zarandear a los locales. A los seis minutos fue derribado en el área por el portero lionés tras recibir un magnífico pase en profundidad de Demme. Un penalti claro a pesar de que el árbitro tuvo que tirar del VAR. Fosberg lo transformó con un disparo raso pegado al palo contrario a la estirada del guardameta.
Fue una jugada que evidenció la diferencia entre un equipo que navega segundo en la tabla de la Budesliga y otro que pena en la séptima posición del torneo francés tratado de levantar el vuelo tras un inicio de temporada catastrófico.
Con un juego rápido y directo, el Leipzig se plantaba con suma facilidad en el área de Lopes. En el minuto 26 Timo Werner se quedó solo frente al meta lionés pero disparó desviado. No tardó el internacional alemán en resarcirse de su mala puntería.
Poco después, recién cumplida la media hora Tousart atropelló a Nkunku en el área y el árbitro tardó esta vez menos tiempo en decidir la pena máxima. Werner se ocupó de elevar el segundo al electrónico.
Con la afición desesperada el árbitro tuvo que llamar la atención al delegado de campo porque a Nkunku le llovían objetos lanzados desde la grada al lanzar un córner.
Lyon apunto estuvo de reducir su desventaja al filo del descanso: Tousart primero con un balón peinado con la cabeza que detuvo con solvencia Gulacsi y poco después Dembelé con un disparo que repelió el larguero.
Virtualmente eliminado de todas las competiciones dado que el Benfica ganaba al Zenith,
Al Olympique no le quedaba otro remedio que ir a por todas en la segunda parte. Necesitaba el empate a toda costa.
La salida en tromba le dio resultado. A los tres minutos Aouar marcó uno de los goles de la jornada con un disparo sublime con rosca desde el pico del área.
Al ver que el partido se volvía duro, con los lioneses peleando todos los balones al límite, Nagelsmann retiró a su delantero estrella, Werner, y a su defensa amonestado, Upamecano.
Con el Olympique lanzado cada contraataque de los alemanes era medio gol. Rafael despejó en el área un balón que se dirigía al fondo de la red con Lopes ya batido.
Gulacsi por su parte salvó al Leipzig con varias de intervenciones mediada la segunda mitad. El minuto 80 detuvo un buen disparo raso de Depay cuando se plantaba sólo en el área. Sin embargo nada pudo hacer instantes después cuando el holandés controló un balón en el área y le superó con un disparo cruzado.
El gol llevó el delirio a la grada al dar la clasificación a los locales. Pero la emoción duró hasta el último segundo. Al conjunto francés se le apareció poco después la virgen de Fourvière, la patrona lionesa, al despejar la defensa en un barullo un balón que todo el estadio vio dentro de la portería salvo Laimer cuyo disparo se fue alto. La afición local pudo entonces volver a respirar y comenzar a festejar la hazaña de su equipo.