El Atalanta fue la auténtica sensación durante la pasada campaña en la Serie A. Después de un curso más que notable, los pupilos de Gian Piero Gasperini fueron capaces de lograr la tercera plaza en el campeonato doméstico de la categoría de oro del fútbol en Italia. Además, disputaron la gran final de la Copa de su país, si bien es cierto que nada pudieron hacer contra la Lazio (también se coronó en la Supercopa).
La gestión del Atalanta, rival del Valencia en los octavos de final de la Liga de Campeones, está siendo sensacional. El último ejemplo de su gran labor en los despachos ha sido la operación con la Juventus de Turín por Dejan Kulusevski, quien concluirá la campaña cedido en las filas del Parma. Un acuerdo que se ha cerrado por 35 M€ fijos, junto con otros 9 M€ en concepto de variables.
Cabe recordar que Kulusevski, de 19 años, fue incorporado al club del Estadio Atleti Azzurri d’Italia (disputa sus envites de Champions como local en San Siro) por una cantidad ínfima de dinero, por lo que el beneficio ha sido muy interesante. Misma situación que con Franck Kessié, jugador por el que invirtió 1,5 M€ y acabó consiguiendo un montante económico de 32 M€ gracias a su venta.
Y qué decir de los canteranos Mattia Caldara (35 M€), Alessandro Bastoni (31,1 M€), Andrea Conti (24 M€) y Roberto Gagliardini (20,5 M€), una serie de movimientos en diversas ventanas de transferencias que ha acarreado unos ingresos valorados en 110,6 M€. Tampoco se puede pasar por alto que Bryan Cristante, quien aterrizó en Bérgamo por apenas 5 M€, tomó la puerta de salida para dejar en las arcas otros 30 M€. ¿Cuál será el próximo negocio estratégico que desarrollará el Atalanta?