25/04/2024

Jorge Barraza: Ronaldo versus Ronaldo (parte II)

Domingo 12 de Enero del 2020

Jorge Barraza: Ronaldo versus Ronaldo (parte II)

El portugués le asegura a un equipo, además de sus goles, un grado de ambición pocas veces visto. ‘Cinco minutos de Ronaldo Nazario valen por toda la carrera de CR7’, dice un amigo peruano.

El portugués le asegura a un equipo, además de sus goles, un grado de ambición pocas veces visto. ‘Cinco minutos de Ronaldo Nazario valen por toda la carrera de CR7’, dice un amigo peruano.

Buenos Aires -

Si tuvieras que elegir uno de los dos para tu equipo, ¿con quién te quedarías, Ronaldo el Cristiano o Ronaldo el Fenómeno…? Tal fue la consigna que planteamos en Twitter y que el público respondió abrumadoramente en favor del brasileño: 70 % sobre 4120 votos. La pregunta contiene una pequeña trampa: no dice “quién te gusta más”, porque sería demasiado obvio en favor del de Río de Janeiro. Dice “con quién te quedarías para tu equipo”. Ahí las respuestas conducen a la duda. El jueves, en la primera parte del análisis, sostuvimos que, en belleza técnica, está claro que el carioca fue abrumadoramente superior, sin embargo, en eficacia el portugués lo apabulla. Y un detalle lo certifica: 5 Champions de CR7 contra ninguna de R9.

Lo que el portugués le asegura a un equipo, además de sus goles, es un grado de ambición pocas veces visto. Si va ganando 7-0 y ve factible convertir otro se lanza en un pique de 50 metros a ver si la empuja. Así falten 30 segundos para el silbato final; así sea el Granada. Es Hannibal Lecter.

Además, es un profesional único. Tiene un gimnasio en su casa, hace crioterapia por su cuenta para reponer los músculos, lleva una dieta científica, descansa lo necesario y entrena lo justo (no se desgasta tontamente dando veinte vueltas a la cancha, él lo reveló). No es necesario pedirle que evite trasnochadas ni motivarlo o incentivarlo para ganar tal partido. Está siempre enchufado, listo para dar lo máximo los 90 minutos y al acecho. Quiere ganarle al Sassuolo o al Liverpool. Es un sicario del gol. Posee el grado de concentración de los grandes atletas de la historia.

Tiene un dominio apenas discreto de balón, sí buen control (es difícil ser goleador sin un control importante, porque la bola se va 20 centímetros de más y los defensas rechazan). Fantástica técnica de remate con ambas piernas y óptima rapidez de traslación y de resolución; sensacional en el cabezazo, por anticipo, potencia y dirección. Por sobre todas las cosas, es un artista del desmarque: cuando da un paso a la izquierda es porque saldrá hacia la derecha, y viceversa. Lo hace maquinalmente; eso le permite recibir siempre solo o con el espacio justo para ejecutar la jugada. Además, un hombre con miedo escénico cero.

Definitivamente Ronaldo Nazario cae más simpático a los ojos, no obstante, tuvo un comportamiento que lo mancha. El Inter lo fichó en una fortuna, lo aguantó tres años lesionado, lo mimó y cuando se recuperó dijo “quiero ser feliz en otro lado”.

Y se marchó al Real Madrid. Una actitud imperdonable, Figo/Neymaresca. Se mudó de noche de Milán. Ya había tenido una salida poco elegante del Barcelona por una cuestión de dinero. Cristiano, en cambio, le dio seis años impecables al United y nueve inolvidables al Madrid. Exigió todo, también dio todo.

Mehdi Benatia, exdefensa marroquí de la Juventus, compartió vestuario con CR7 la temporada pasada; reveló una anécdota que refleja la obsesión del portugués por el entrenamiento. Fue en un viaje de regreso tras jugar de visitante. “En un partido ante Atalanta en Bergamo los dos fuimos suplentes porque a los tres días íbamos a jugar otro encuentro y el entrenador dispuso rotaciones. Cuando estábamos en el autobús de regreso, Cristiano me dijo: ‘¿Qué vas a hacer ahora?’. Yo le contesté: ‘Son las once de la noche. Me voy a casa. ¿Por qué?’. Y él me dijo: ‘¿Vamos a hacer algo de ejercicio en el gimnasio? No sudé y lo necesito. ¿Vienes?’”, reveló el ahora futbolista del Al-Duhail.

Benatia declinó la invitación y se dio cuenta en ese instante que Ronaldo era demasiado profesional: “Yo le respondí que eran las once de la noche y solo quería llegar a casa y ver la televisión. En ese momento me di cuenta de que Cristiano no es una persona normal. Cuando trabajas con él lo respetas más porque ves que sacrificó toda su vida por el fútbol”.

Tal conducta es la que lo ha ayudado a no lamentar tropiezos físicos. Cristiano nunca se lesiona, siempre luce el cartel de disponible, por eso está a punto de alcanzar los 1.000 partidos oficiales. Por contraposición, Nazario de Lima sufrió con sus rodillas por el sobrepeso. En sus primeros tiempos, el Fenómeno no era gordo, se volvió. Llegó a jugar con 15 kilos de más, una locura. Las lesiones de ligamento de rodilla rara vez se producen por golpes. La mayoría se lesiona solo, por torceduras, malos giros y por incoordinación de movimientos. Esto es, muchas veces, por estar mal entrenado o pasado de peso. O sea, propia culpa del atleta.

Nos ponen contra la pared para decidirnos por uno u otro. El razonamiento es dual: desde luego preferimos ver los 623 partidos del Fenómeno y no los 990 de Cristiano, sin embargo, nos seduce la idea de garantizarnos los 715 goles de Cristiano y no los 419 del Gordo. Aparte, para ganar ha sido más determinante el portugués. Salvo en el Mundial obtenido por Nazario en 2002 (en 1994 fue suplente y no jugó ni un minuto), CR7 fue más decisivo para los éxitos. Por cierto, Cristiano no pudo ser campeón mundial con Portugal, pero sí podría haberlo sido con Brasil. O Fenómeno tampoco hubiera coronado de haber nacido en Madeira. En este nivel, que Cristiano no tenga un título mundial no lo damnifica en el análisis, es anecdótico. Y además, seamos honestos, no es que Brasil fue campeón en 2002 por Nazario, fue un triunfo del conjunto con una ponderable aportación del centrodelantero, eso sí.

Tal vez confió en su clase, gigantesca, por cierto. Era realmente insólito ver un cuerpo voluminoso con una velocidad tan rutilante que, unida a su habilidad, hacía estragos con espacios. Y la espesura del área lucía una gambeta corta indescifrable. O sea, con y sin espacios, era incontenible. Su cénit duró poco por ser tan afecto a la noche. Una anécdota describe su desenfado. En su ciclo madridista, Florentino Pérez le espetó: “Usted tiene que hacer como Figo, que a las cinco de la tarde ya está de vuelta en su casa”. El Gordo, siempre con su sonrisa pícara, respondió: “Presidente, si yo tuviera la mujer de Figo también vuelvo a las cinco de la tarde”. Figo está casado con una despampanante modelo sueca.

Afirma rotundamente Eugenio, amigo peruano: “En magia no hay comparación. Cinco minutos de Nazario valen por toda la carrera de CR7”. Es comprensible, la estética representa el valor más apreciado por la especie humana. Son polos completamente opuestos: el espectáculo frente a la eficiencia, la poesía versus el pragmatismo, la naturalidad contra el método. ¿Con cuál nos quedamos…? Cincuenta y cincuenta… (O)

Cristiano nunca se lesiona, siempre luce el cartel de disponible, por eso está a punto de alcanzar los 1.000 partidos oficiales. Por contraposición, Nazario de Lima sufrió con sus rodillas por el sobrepeso".

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