28/03/2024

Jorge Barraza: ¿Pelé, Maradona o Messi...? ¡Los tres!

Domingo 16 de Febrero del 2020

Jorge Barraza: ¿Pelé, Maradona o Messi...? ¡Los tres!

Lionel Messi no goza todavía de los beneficios de la nostalgia, algo que sí capitalizan Pelé (especialmente) y Diego Armando Maradona.

Lionel Messi no goza todavía de los beneficios de la nostalgia, algo que sí capitalizan Pelé (especialmente) y Diego Armando Maradona.

¿Quién es el mejor futbolista de la historia…? ¿Pelé, Maradona o Messi…? La consigna fue lanzada por la gente de Claro Ecuador, que armó un debate en el marco de su gala Bichito del Fútbol. Tanto en Quito como en Guayaquil, el auditorio se apasionó con el tema. En primer lugar, cabe decir que se podría –o debería– agregar a Di Stéfano, aunque quedó un poco tapado por el polvo de los años (se retiró en 1966). A un club negado al éxito hacia 1953, Alfredo lo convirtió en el más ganador del siglo: el Real Madrid. Le imprimió su carácter casi feroz, indomable. Segundo: cualquiera que se incline por Pelé, Maradona o Messi habrá hecho una irreprochable elección, son fenomenales los tres. Estamos hablando de tres genios, con un palmarés impresionante y una calidad excepcional. A los tres los disfruté en tiempo real.

Pelé fue el primer deportista global. Tuve la dicha de verlo en el campo siendo un jovencísimo cronista; me enviaron a cubrir Huracán 0-Santos 4. Es, hasta hoy, un regalo de la profesión. Vi completo el Mundial del 70 por TV. Pelé reunía una trinidad virtuosa: era un portento técnico, físico y anímico. Los analistas europeos le ponen un cierto reparo: “Nunca jugó en Europa”. Una tontería; en su hora hubiese hecho mil goles allá, era más fácil que en Sudamérica. Mario Canessa alegó en favor de O Rei, sobre todo por sus estadísticas: 3 títulos mundiales, más de 1200 goles (de ellos, 767 oficiales). También ponderó su comportamiento ejemplar. Pelé tiene una ventaja sobre Diego y Leo: jugó siempre con compañeros sensacionales, en el Santos y en Brasil. Dorval, Mengalvio, Countinho, Pelé y Pepe eran el ataque del Peixe. Más Gilmar, Zito, Calvet, Toninho, Mauro… Y Jairzinho, Gerson, Tostao, Pelé y Rivelino, el de Brasil. Más Garrincha, Didí, Vavá, Nilton Santos, Clodoaldo, Carlos Alberto... Eran máquinas, incluso sin Pelé.

Pelé

Con números menos brillantes que sus dos contendientes, Maradona tuvo una épica que no alcanzaron ni Pelé ni Messi. Diego fue la habilidad más la rebeldía, el atrevimiento, también una inmensa generosidad: daba todo. Y los rivales le daban con todo. Coincidió con la época más dura y permisiva del fútbol: los 80. Lo molieron a patadas. Mister Chip, el brillante estadígrafo español, presente en el debate, atestiguó: “Maradona es el jugador con más faltas recibidas en los Mundiales: 150. El segundo no llega a 50”. Le tocaron los vascos en España, los Gentiles en Italia. Y nunca se quejó ni se achicó. Alfonso Harb defendió vehementemente a Maradona, con buenos argumentos. Diego no fue campeón de Europa, sin embargo, tiene un logro descomunal: haber puesto al Napoli en el mapa del fútbol internacional, arrebatándole dos ligas a ese símbolo del poder que es la Juventus y al virtuoso Milan de Rijkaard, Gullit y Van Basten.

Aun estando en un mismo plano de grandeza, elijo a Messi. Nunca la genialidad fue tan regular como con Leo. Lleva 15 años deslumbrando sin fallar casi nunca. Imposible no citar a Santiago Segurola: “Maradona era Maradona a veces, Messi es Maradona todos los días”, acuñó el periodista vasco. No es campeón del mundo. Para lograrlo se requiere de un equipo. Nadie gana solo un Mundial. Messi no ha tenido la suerte de jugar con ninguno de los grandes de la historia argentina: Di Stéfano, Sívori, Corbatta, Artime, Maradona, Kempes, Bochini, Bertoni, Passarella, Fillol, Batistuta, Houseman, Caniggia, Brindisi, estuvieron antes. Tampoco con lo que sería una excelente segunda línea como Ardiles, Luque, Redondo, Valdano, Burruchaga, Brown, Ruggeri, Olarticoechea, Orteguita, Crespo.

Preguntamos: si se hubiera dado una delantera con Jairzinho, Gerson, Tostao, Messi y Rivelino, ¿no eran campeones…? ¿Hubieran perdido por Messi…? El fútbol es un juego de once. Si fuera como el tenis, de mil partidos Messi ganaría 999 por tres razones sencillas: es mucho más veloz que Pelé y Maradona, tiene mayor dominio de balón y remata mejor. Adicionalmente, el de Rosario es completo en función colectiva: lleva la pelota desde el medio campo, arma juego, genera opciones, da pases gol, gambetea, patea los penales, los tiros libres y es goleador.

Pero lo más trascendente, lo que desnivela la balanza en su favor es que lo hace en este tiempo, el más difícil del fútbol, cuando hay menos espacios para maniobrar y para pensar. El juego es notablemente más rápido que en tiempos de Pelé, sobre todo. Y la premura por jugar rápido induce al error. “Con cinco metros de espacio cualquiera juega bien al fútbol”. Es la frase más célebre de Johan Cruyff.

Pocho Harb nos recordaba una escena de la final de 1970 entre Brasil e Italia: “Toma la pelota Clodoaldo, el volante central, camina con ella, nadie le sale, se para, avanza muy lentamente, pasan los segundos, no se acerca ningún rival, sigue con la bola hasta que la entrega bastante después, es algo insólito”. Tal cual, cualquier joven de hoy al ver dicha acción se preguntaría: “¿Qué es eso…?”.

Por supuesto, si Pelé o Maradona jugaran en la actualidad, con los mismos sistemas de entrenamiento y cuidados físicos y alimenticios, se adaptarían y brillarían. Quien nace con semejante talento se impone siempre. Pero les costaría más. Enzo Francescoli, agudísimo observador, reflexionó: “No quiero decir si antes era mejor o peor, pero está claro que ahora es más difícil lograr cosas”. En tanto Pelé tenía muchísimo campo libre para maniobrar, Messi cada vez que toma el balón tiene dos líneas de cuatro por delante.

¿Si se juega mejor ahora que hace 40 o 50 o 60 años…? Mucho mejor. Vean cualquier video del fútbol antiguo y lo comprobarán. El juego es más dinámico, más veloz, tiene más intensidad, más vivacidad, hay muchísimos grandes partidos, se marcan cientos de goles en el minuto 92, 93, 95… ¿Por qué…? por el extraordinario estado físico actual. Esa evolución se debe a un sinnúmero de razones: los avances en alimentación, tecnología, tácticas, técnicas de entrenamiento, medicina, descanso, cuidado personal, campos de juego, erradicación de la brutalidad de antaño, equilibrio de fuerzas… Hasta la logística ha cambiado un cien mil por ciento. Y Leo es el futbolista más dominante en el momento en la era más exigente del juego.

Lionel Messi

Las personas más expertas de fútbol son los entrenadores; luego, los futbolistas, que saben las cosas que se pueden hacer o no dentro de un campo de juego. Y en ambos gremios cada vez hay mayor convencimiento de que el número uno de la historia es Messi. Todos los días lo proclama alguno, hoy es Gary Lineker, mañana Chilavert, luego Arsene Wenger, Fabio Capello, Carlos Bianchi, Vicente Del Bosque, Guardiola…

Messi no goza todavía de los beneficios de la nostalgia, algo que sí capitalizan Pelé (especialmente) y Maradona. Es tan fenomenal que les discute el liderazgo de la historia sin haber ganado un Mundial. Si ganara uno, tal vez ni habría debate.(O)

Aún estando en un mismo plano de grandeza, elijo a Messi. Nunca la genialidad fue tan regular como con Leo. Lleva quince años deslumbrando sin fallar casi nunca".

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