Nasser Al Khelaifi, presidente del grupo televisivo beIN Media y presidente del Paris Saint-Germain, fue acusado este jueves en un caso de corrupción relacionado con la asignación de derechos televisivos del Mundial de fútbol, aunque la justicia suiza solo mantiene contra él la acusación de "instigación a gestión desleal".
Perseguido "en el contexto de la atribución de derechos mediáticos de diferentes Copas del Mundo de fútbol y Copas Confederaciones de la FIFA", el dirigente catarí ha llegado a un acuerdo amistoso con la FIFA, quien por tanto retiró su denuncia por corrupción en su contra, hizo saber la la oficina del fiscal general suizo (MPC).
De su lado, Jérôme Valcke, exnúmero dos de la FIFA, fue acusado en el mismo caso por "corrupción pasiva, gestión desleal múltiple y falsificación de documentos".
Al Khelaifi y un tercer hombre, activo en el mundo de los derechos deportivos pero cuyo nombre no ha sido desvelado por la justicia suiza, están acusados de "instigación a la gestión desleal cometida" por el exsecretario general de la FIFA. Ese tercer hombre también está acusado de "corrupción activa".
Para el abogado suizo de Al Khelaifi, Grégoire Mangeat, contactado por la AFP, "lo más importante es que todas las acusaciones de corrupción privada relativas a la concesión de los derechos televisivos han sido abandonadas (contra su cliente). Estas acusaciones, rebatidas desde el primer día, no eran sólidas".
"Estoy satisfecho de que todas las acusaciones de corrupción en relación con las Copas del Mundo de 2026 y 2030 hayan sido abandonadas", reaccionó Al Khelaifi en un comunicado. "Aunque sigue habiendo una segunda acusación técnica, estoy convencido de que se demostrará que no tiene fundamento", añadió el presidente del PSG.
El dirigente se expone a una sanción máxima y teórica de 5 años de cárcel. (D)