James estaba caliente tras el empate frente a Perú, no lo pudo ocultar. La impotencia por depender de otros resultados se convirtió en crítica. "Jugamos mal. Si queremos ganar algo vamos a tener que trabajar mucho", resumió el 10. Chile 2015 ha sido un torneo duro para Colombia: figuras con brillo moderado, partidos cerrados y dificultad para mantener el nivel. Un escenario radicalmente diferente al idealizado en la previa.
La leyenda asegura que Colombia se hace grande ante los grandes y eso ilusiona en algunos sectores, pero lo cierto es que las actuaciones opacas han sido resultado de enfrentamientos con equipos que arriesgan poco y traban el juego en el mediocampo. La idea futbolística de Pékerman se desvirtúa una vez son neutralizados James y Cuadrado. Por eso, el estilo de la Argentina de Martino cuenta como punto a favor para el juego de Colombia en el partido de cuartos.
Sin embargo, el entrenador tiene más dolores de cabeza. Valencia quedó fuera de la Copa por lesión en los cruzados y Sánchez está suspendido por acumulación de amarillas. Mejía (Monterrey) y Franco (Besiktas) serían las nuevas fichas en la primera línea de volantes. Por otra parte, está la deuda de Falcao y Jackson. El único tanto en primera ronda lo marcó un defensor central mientras los goleadores-estrella desperdiciaron las opciones que tuvieron.
Pékerman tendrá que mantener la motivación y el equilibrio ante un equipo que tampoco ha mostrado su máximo nivel en Chile y que cuenta con un Messi necesitado de títulos en selección. Argentina no festeja hace 22 años. "Será un juego mano a mano, un lindo partido”, augura James con las pulsaciones reguladas después de dormir la bronca. El mundo del fútbol agradecerá que así sea.