Amante metódico del fútbol, trabajador incansable, estudioso desaforado, amado por muchos e incomprendido por otros, Rafael Benítez cumple este jueves 60 años a los mandos del Dalian Yigang de China, el decimotercer proyecto de su carrera en el que pretende levantar el vuelo para volver a tiempos mejores.
Atrás quedan instantes memorables para Benítez, que levantó dos Ligas y una Copa de la UEFA con el Valencia; una Copa de Inglaterra, una Community Shield, una Liga de Campeones y una Supercopa de Europa con el Liverpool; un Mundial de Clubes con el Inter; una Liga Europa con el Chelsea; y una Copa de Italia y una Supercopa de Italia con el Nápoles.
Títulos que retratan una trayectoria para enmarcar. La de un hombre que quiso ser futbolista y que inició su intento en las categorías inferiores del Real Madrid y al que una lesión traicionera cambió su destino cuando rozaba el salto al filial del conjunto blanco.
Tal vez, junto al Liverpool, la entidad que ahora preside Florentino Pérez es la que más ha marcado al Rafa Benítez. En el Real Madrid, en menos de una temporada (2015/16), acumuló tantos focos que su salida del club fue posiblemente la más ruidosa de su carrera.
Y es que el amor de Benítez por el Real Madrid es infinito. Sus lágrimas cuando fue presentado junto a Florentino Pérez mostraron la sensibilidad de un técnico que no pudo repetir en el club de sus amores el éxito de anteriores proyectos. Un 4 de enero de 2016, después de siete meses en el banquillo blanco, salió del club por la puerta de atrás.
Antes, en el verano de 2015, entró a lo grande, de la mano de Florentino Pérez, que dio una oportunidad a un hombre de la casa: "Nadie mejor que tú para saber interpretar lo que somos y representamos. Nadie mejor que tú para saber lo que simboliza este escudo y esta camiseta. Contarás con el apoyo y con la fuerza la institución, con unos jugadores de grandísima calidad y con la afición".
Así recibió el presidente del Real Madrid a Benítez, que en 1993 comenzó a patear una pelota en los juveniles del conjunto merengue y que cambió de rumbo tras un incidente en una rodilla. El fútbol perdió a un proyecto de jugador y ganó a un técnico metódico.
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF) y diplomado en Ciencias Empresariales, dio sus primeros pasos en un banquillo en los filiales del Real Madrid, desde donde cambió de rumbo con destino al Valladolid, su primer club de Primera División. Antes de su primer gran pelotazo, en el Valencia, probó en Osasuna, y ascendió al Extremadura y al Tenerife.
La entidad ché ofreció la oportunidad a Benítez de dirigir a un equipo de empaque tras la salida de Héctor Cúper. Con un currículum en Primera División en equipos menores, Benítez logró convencer a un público dubitativo con su fichaje y se coronó con las Ligas de 2002 y 2004 y la UEFA de ese último año.
Sus éxitos no pasaron desapercibidos y el Liverpool echó la red en un entrenador que inició en Inglaterra una carrera marcada por la consecución de la Liga de Campeones el 25 de mayo de 2005 tras remontar al Milan de forma épica un 3-0 en contra al descanso.
Alabado por muchos como un genio táctico que sacaba los mejores recursos limitados de su estilo y criticado por otros que percibían un fútbol duro y sin estilo, peleó sin premio por la Premier League, perdió otra final de la Liga de Campeones en 2007 y abandonó Merseyside en 2010 con cuatro títulos importantes bajo el brazo.
El Inter le acogió en su seno tras la salida de José Mourinho. No cuajó y se fue en diciembre pese a ganar un Mundial de Clubes y la Supercopa de Europa. Después, en el Chelsea, tras dos años alejado de los banquillos, fue criticado por su pasado en el Liverpool. Eliminado en la Liga de Campeones y lejos de la Premier, consiguió una Copa de la UEFA antes de finalizar el curso.
El Nápoles fue el escalón previo al Real Madrid. Allí consiguió una Supercopa y una Copa de Italia, pero no pudo pelear por un título de Liga pese a terminar en la tercera plaza en una de sus dos temporadas. Su salto al conjunto blanco, el más significativo de su carrera, llegó con 55 años.
Ahora, con 60, su salida del Real Madrid puede que haya marcado parte de su trayectoria. Después, dirigió al Newcastle, al que no pudo salvar del descenso tras llegar a mitad del curso 2016/17 y al que luego ascendió al primer intento. Después logró la permanencia y el 2 de julio de 2019 fue presentado como nuevo entrenador del Dalian Yifang.
Al frente del club chino cumple 60 años con muchos títulos a sus espaldas, varios amores y algunas incomprensiones. En plena madurez, Benítez tiene tiempo para volver a tocar una gloria que pocos han sido capaz de conseguir. Tiene cuerda para rato.