Los hombres de José Mourinho se enfrentaron a una salida complicada, ante un club necesitado de puntos para abandonar las posiciones de descenso y que dio más de un susto al Tottenham a lo largo de los 90 minutos.
El técnico portugués no podía permitirse otro pinchazo si no quería comenzar a descolgarse de los dos primeros, el Everton y el Liverpool, a cinco puntos de distancia antes del encuentro. Sin embargo, el Tottenham estuvo a punto de naufragar después de firmar un duelo gris.
Mourinho salió de inicio sin el galés Gareth Bale, a quien ordenó calentar en el minuto 48 para después dejarle sin jugar ni un minuto. También dejó en el banquillo a Sergio Reguilón, y a los argentinos Erik Lamela y Giovani Lo Celso, que saldrían al terreno de juego en el tramo final.
Hasta el tanto de Heung-Min Son, el Burnley dispuso de varias ocasiones para marcar. En la primera parte, Ashley Barnes vio como se le anulaba un gol por fuera de juego y como el portero francés Hugo Lloris tuvo que intervenir en un disparo de Ashley Westwood.
En la segunda, la pareja de centrales Dier-Alderweiderl tuvo que emplearse a fondo para contener los intentos del Burnley, que se topó con Harry Kane en un remate de James Tarkowski en su ocasión más clara. El delantero del Tottenham salvó a su equipo después de despejar una pelota cuando se introducía dentro de la portería de Hugo Lloris.
Entonces, en una de las pocas jugadas acertadas del cuadro londinense, apareció Heung-Min Son para marcar el único tanto del partido. Lamela lanzó un córner, Kane cabeceó la pelota y el jugador coreano prolongó el remate de su compañero para sellar un victoria sufrida del Tottenham, ahora en la parte alta de la tabla.
En el otro partido que cerraba la sexta jornada, el Brighton y el West Brom se anularon mutuamente con un empate (1-1) para continuar en la zona peligrosa de la clasificación. Ninguno de los dos equipos consiguió despegarse de los puestos de descenso y el peligro acecha para ambos.
En la primera parte, el Brighton se puso pode delante por medio de un tanto en propia meta de Jake Livemore que hizo justicia en el marcador después de varias ocasiones desperdiciadas por el cuadro local. Solomon March y Adam Lallana, pudieron adelantar a su equipo con anterioridad, pero fue Livemore, contra su portería, quien finalmente acertó.
Tras el descanso, el West Brom reaccionó y después de dos intentos de Matheus Pereira y de Filip Krovinovic, Karlan Ahearne-Grant empató después de aprovechar un rebote dentro del área. Lo consiguió en el minuto 84, el último con algo que contar. Al final, el Brighton acabó la jornada en la decimosexta plaza con cinco puntos y el West Brom en la decimoséptima con tres.