Lautaro Martínez no consiguió el título de la Champions League tras la victoria de City vs Inter en el estadio Olímpico Atatürk, Estambul (Turquía), donde los Nerazzurri cayeron por la mínima y no pudieron forzar el alargue a pesar de tener oportunidades. Al final uno de los más afectados fue el argentino, quien rompió en llanto.
Resumen City - Inter por final de Champions League
El City, quince años después, es campeón de Europa. Guardiola ya tiene su tercera ‘Champions’ y el City el segundo triplete de la historia del fútbol inglés, igualando a sus vecinos del United, que lo lograron en 1999. Se terminó la espera, triunfó el City.
Para la opinión popular, el Inter llegó al Estadio Olímpico Atatürk de Estambul portando el cartel del equipo menos favorito para ganar la Liga de Campeones. Pero “con cabeza y corazón” -el mantra de los ‘nerazzurri’ esta temporada- y un plan perfecto, Inzaghi estuvo a punto de obrar el milagro. La mala fortuna de Lukaku, maldito este año con Bélgica y con el Inter, le alejó del sueño europeo.
La puesta en escena del Inter fue de digno finalista de la ‘Champions’. Poco más se le puede pedir más a esta plantilla y a Inzaghi, un tándem que durante 68 minutos desdibujó al equipo más temido del mundo y soñó con su cuarta ‘orejona’.
Para conseguirlo, Inzaghi trazó un plan. No quiso encerrarse para evitar que el partido se le hiciera muy largo y adaptó su sistema al de Guardiola. Presionó al hombre, con Barella y Calhanoglu alternándose para complicar la construcción a los tres centrales y con Darmian y Bastoni sin despegarse de De Bruyne y Gundogan, dejando a Acerbi en un mano a mano con Haaland.
Lautaro pudo haber pasado atrás en lugar de intentar superar a Ederson cuando Akanji se confió. Bastoni pudo haber esperado un poco a salir a la presión antes de ir a por Akanji. También la moneda pudo caer del otro lado y que el rechace no le cayera manso a Rodri. Pero así sucedió todo. El gol del City pareció acabar con el partido, pero el Inter no dejó de creer y gozó de sus ocasiones.
Y de la nada, como si de un ‘deja-vu’ se tratara, para Lukaku Turquía se convirtió en Catar. El ariete belga fue el protagonista en los minutos finales del Croacia-Bélgica de la última jornada de la fase de grupos del Mundial por su desacierto en tres ocasiones claras que dejaron a su selección sin octavos.