Ángel Di María volvió a hablar de la selección argentina y desnudó sus sensaciones sobre lo vivido con la nueva derrota en una final ante Chile por la Copa América, esta vez en la versión Centenario, disputada en los Estados Unidos. Y, en diálogo con ESPN FC Radio, el habilidoso volante extendió sus confesiones sobre su ánimo, las lesiones que lo han dejado fuera de momentos cumbres en diferentes torneos y la nueva etapa que comenzará a las órdenes de Edgardo Bauza, que lo ha convocado para la doble fecha de eliminatorias de septiembre.
"Creo que pudo haber habido un efecto cascada cuando Messi dijo que se iba. Leo es un jugador importantísimo y no puede faltar en la selección. Gracias a él llegamos donde llegamos en el Mundial y en las dos últimas Copa América. Demuestra en cada partido de la selección que es él y que los demás lo ayudamos en lo que podemos para alcanzar el objetivo. Hicimos las cosas lo mejor posible todos, como él. A veces cuando te critican mucho, podés apurarte, no pensar en el momento y decir cosas que modifican luego la forma de hablar de la gente. Hubo un cambio en las críticas desde entonces", describió Di María. La desolación pasó y abre paso a la esperanza nuevamente.
"Volvemos todos y tenemos ganas de jugar un nuevo Mundial. Hablé con Bauza, me llamó. A uno lo pone contento que el nuevo técnico te llame y cuente con vos. Es importante para el jugador. Que hable bien de uno y piense en la posibilidad de ponerte de titular, es muy lindo. Como digo siempre, ir a la selección para mí siempre es como si fuera la primera vez", agregó.
Y reveló: "no tuve la posibilidad de hablar con el Tata Martino. Sí, con algunos de los profes. Es doloroso porque compartí dos Copas con gente muy buena, que trabajó mucho por conseguir los objetivos. No se pudo, pero se van con dos finales y la frente en alto. Creo que hicieron todo, como nosotros, por lograrlo".
En lo personal, Di María reconoció: "Estoy bien. En el último partido tuve una mínima contractura y me estoy recuperando para el partido contra el Mónaco y llegar bien para las eliminatorias. He tenido la mala suerte de lesionarme siempre cuando estoy con la selección. Es algo que me pasa habitualmente. Espero lograr que no vuelva a pasar. Desde el Mundial 2014 que viene dando vuelta en la cabeza la razón. Son momentos con mucho stress, ansiedad y partidos acumulados. Saber que uno representa a un país influye mucho a la cabeza. Lo he pensado y lo he hablado con mucha gente. Trato de que no me ocurra, trato de aislarme de la presión en los partidos importantes. No hice terapia, pero sí lo he hablado con gente para que me ayude. En el club puede pasar porque jugás cada dos o tres días, pero en la selección realmente me está pasando cuando llegan los partidos importantes o cosas así y uno trata de mejorar no sólo dentro, sino fuera de la cancha también".
Por lo pronto, el futbolista que le hizo el gol a Nigeria y le dio a la Argentina la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, ha decidido abrir su corazón. "No estoy recuperado anímicamente. Desde el Mundial 2014 hasta el día de hoy creo que siempre estará y seguirá estando el mismo dolor y sufrimiento por haber estado en tres finales y no haberlas conseguido. Es difícil recuperarse. Gracias a Dios el fútbol da revancha y tenemos la posibilidad de hacer las cosas bien en eliminatorias para llegar a un nuevo Mundial".
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