Es la segunda ciudad de Estados Unidos con más mexicanos, poco más del seis por ciento de la población, pero esta vez Chicago recibió con frialdad a la selección, no solo en cuanto al clima, sino al ambiente que se vivió afuera del hotel de concentración.
¡Qué raro no ver a las multitudes gritando por una foto o un autógrafo! . Y es que, el Tricolor arrasa multitudes. Ya se vio en Nashville, una ciudad en la que no se había parado antes el Tricolor, y que aún así, lo arropó como en todas partes en las que juega el cuadro azteca en Estados Unidos.
Decenas de personas los recibieron en el aeropuerto, otros más en sus instalaciones. Pero ahora, los jugadores desfilaron sin gritos de los seguidores al bajar del autobús que los recogió en el aeropuerto.
Había solo tres jóvenes. Uno de ellos le grito a Juan Carlos Osorio, quien solo volteó, le lanzó una sonrisa y un saludo, y prosiguió a su habitación con paso veloz.
Luego pasó el cuerpo técnico y los futbolistas que faltaban, entre ellos Moisés Muñoz, quien salió con hielo den entrenamiento de esta mañana, pero no tenía nada de gravedad.. Santiago Baños se quedó algunos instantes afuera, con la comodidad que le daba no tener a ningún aficionado merodeando por un autógrafo.
Hoy, la pasión de la gente no se hizo presente, pero se espera que el próximo martes, el Toyota Park luzca lleno, con 30 mil espectadores para el duelo amistoso que tendrá la selección contra Panamá.