El Borussia Mönchengladbach y el Manchester City empataron a un gol con lo que el equipo alemán asegura su clasificación a la Europa League y los dirigidos por Pep Guardiola su pase a octavos de final de Champions League como segundos de grupo.
Al final los dos equipos parecieron conformarse con el resultado y en los dos minutos de descuento el City se limitó a tocar la pelota cerca de la raya central sin intentar atacar y sin que el Gladbach presionase demasiado.
Otro objetivo, el primer lugar del grupo para el City o el pase a octavos para el Gladbach, dependía de demasiadas cosas y los dos equipos se contentaron con lo alcanzado.
El Gladbach tuvo el mejor comienzo con un buen comportamiento defensivo que le dificultó al City generar llegadas a lo largo de la primera parte y prometedores conatos ofensivos que pusieron en dificultades a la defensa del equipo de Pep Guardiola.
El City, como era de esperarse, tenía más la pelota, pero el Gladbach tenía más claridad a la hora de atacar y se fue justamente adelante en el marcador.
El gol del Gladbach llegó en el minuto 24: Lars Stindl le ganó un balón dividido a Stones en la banda izquierda y metió el balón al área donde Raffael definió con un fuerte disparo con la pierna derecha.
El Gladbach jugaba mejor y en la fase inmediatamente posterior al gol tuvo una buena fase que incluso hubiera podido desembocar en un segundo tanto.
No obstante, el City logró meterse otra vez en el partido. La primera alarma la dio Ilkay Gündogan en el minuto 35 con un remate desde el borde del área que el meta Yann Sommer tuvo que desviar a saque de esquina.
El Gladbach tuvo todavía una gran ocasión el minuto 38 cuando el meta Claudio Bravo le ganó el mano a mano a Oscar Wendt, salvando así una situación que se había originado por un mal despeje suyo.
Al final del primer tiempo el City apretó y terminó empatando por intermedio de David Silva, con un remate dentro del área pequeña a centro del belga Kevin de Bruyne.
La segunda parte fue más del City, que tuvo además cerca de diez minutos en superioridad numérica por la expulsión de Stindl en el minuto 51 cuando vio su segunda tarjeta amarilla por falta a Nicolás Otamendii.
Sin embargo en el minuto 63 las tarjetas se emparejaron por expulsión de Fernandinho. El City siguió teniendo la pelota pero las llegadas fueron escasas -un cabezazo de Otamendi y un remate de De Bruyne desde fuera del área fueron de lo poco digno de mención- mientras que el Gladbach hizo poco en ataque.
Fuente: EFE