El portero del Chapecoense Jackson Follmann, uno de los seis sobrevivientes del accidente de avión que costó la vida a 71 personas en Colombia, relató que en los primeros momentos gritó "no quiero morir" y que, después de superar la tragedia, está dispuesto a casarse y retomar su vida.
El arquero habló por primera vez del accidente en una entrevista en la cadena "Globo" emitida anoche y reveló que el avión de la aerolínea boliviana Lamia, que transportaba al Chapecoense para disputar la final de la Copa Sudamericana en Medellín el pasado 28 de noviembre, "se apagó" e inmediatamente después "comenzó a fluctuar lentamente".
"Fue muy rápido. Recuerdo despertarme (antes del rescate). Abrí los ojos, estaba muy oscuro y muy frío. Tiritaba de frío. Gritaba 'socorro, no quiero morir'. Algunos de los amigos, que todavía estaban vivos, también gritaban. Escuché al equipo de rescate llegar gritando Policía Nacional", recordó Follmann.
El jugador despertó cuarto días después en un hospital de la ciudad de Medellín al que acudió parte de su familia.
"Mi madre entró y habló conmigo. Fue difícil. Allí me desperté y lloraba mucho, fue cuando abrí los ojos", comentó visiblemente emocionado.
A raíz de las heridas sufridas en el accidente, los médicos amputaron a Follmann la parte inferior de la pierna derecha y el futbolista contará con una prótesis que le proporcionarán en Sao Paulo cuando reciba el alta hospitalaria en Chapecó, la sede del Chapecoense, en el sur de Brasil.
A corto plazo, añadió, sus planes son recuperarse completamente del accidente y contraer matrimonio con su pareja.
"Nos vamos a casar, sí. Cuando vuelva a tener una vida normal, puede tener la certeza de que nos vamos a casar", confesó Follmann.
El Chapecoense, el modesto equipo brasileño que perdió a 19 jugadores de la primera plantilla en el accidente, volvió a pisar el césped de su casa el sábado en un amistoso frente al Palmeiras, campeón de la liga brasileña, que terminó en 2-2.
Follman levantó el sábado en el estadio del "Chape", Arena Condá, junto con Hélio Zampier Neto y Alan Ruschel, otros dos de los supervivientes de la tragedia, la Copa Sudamericana concedida de manera póstuma al equipo a petición del Atlético Nacional colombiano, su rival en Medellín si el siniestro no hubiera impedido el encuentro.
El accidente ocurrió a pocos kilómetros del aeropuerto José María Córdova y provocó la muerte de 71 de sus 77 ocupantes, en su mayoría futbolistas de la primera plantilla del Chapecoense, miembros del cuerpo técnico, directivos del club y periodistas que seguían al equipo.
Solo seis personas sobrevivieron: los tres futbolistas mencionados, dos auxiliares de vuelo de la aerolínea boliviana Lamia y un periodista, que también estuvo presente durante el encuentro del sábado.