Pisó el aeropuerto de Pudong y se desató una revolución. La bufanda con los nuevos colores y el ramo de flores fueron los primeros regalos del club que lo convirtió en el futbolista mejor pago del planeta. Presentación, carisma y locura. Hace una semana que Carlos Tevez vive en Asia, porque después del desembarco en China, ahora se encuentra en Okinawa, Japón, en plena pretemporada con su equipo, el lejano Shanghai Shenhua. "Es una falta de respeto decir lo que uno gana por hacer su trabajo", disparó el Apache en su conferencia debut. La espiral comercial no entiende de discreción: serán US$ 40 millones por cada una de las dos temporadas que firmó.
Las estadísticas importarán poco. Desde hoy y hasta que se marche de una liga sin valor deportivo. Ya jugó 20 minutos en un amistoso y se reencontró con la camiseta 32, un número que no llevaba desde sus días en Manchester, donde transitó las dos veredas. El primer partido oficial llegará el 8 de febrero -tres días después de su cumpleaños-, ante Brisbane Roar, de Australia, en el inicio de la pre Champions de Asia. Los otros rivales del grupo serán Globas (Filipinas) y Tampines Rovers (Singapur). Una medida del desafío que eligió en China, el gigante que aparece 82° en el ranking FIFA.
Se entenderá bien con su DT, el uruguayo Gustavo Poyet. No será 'very difficult'. ¿o sí? Poyet advierte: "Lo tenemos que ayudar todos. Hay que adaptarse a muchas cosas. En el fútbol va a ser fácil, es el mismo idioma, pero en la vida normal cuesta porque venimos de un mundo totalmente diferente". ¿Extrañará las milanesas y el pastel de papas, sus comidas favoritas? Su flamante esposa, Vanesa Mansilla, y sus tres hijos están con él. Y otros 15 familiares/amigos se mudaron a Shanghai. Quizá un día intente mezclarse con los 23 millones de habitantes de Shanghai y suba a la Pearl Tower o camine por las márgenes del río Bund. Por si se aburre, Mauricio Macri le asignó una misión: que ayude a fortalecer las relaciones diplomáticas con China. Si alguien creyó que era una broma, Diego Guelar, el auténtico embajador, lo reafirmó. Tevez en el Lejano Oriente promete innumerables sagas.