El Atlético de Madrid necesitaba fichar a un delantero el pasado verano y eligió a Kevin Gameiro, francés que llegaba de completar una gran temporada con el Sevilla. Pagaron los colchoneros nada menos que 32 M€ por hacerse con sus servicios, y las primeras sensaciones fueron realmente buenas.
Se entendía a la perfección con Antoine Griezmann, venía de una campaña impresionante con los andaluces y su velocidad y estilo de juego se adaptaba perfectamente a las necesidades de Diego Simeone. Pero la realidad es que no ve portería en Liga desde el pasado 27 de noviembre en la decimotercera jornada de Liga.
En este año solamente marcó en la goleada al Eibar en la Copa del Rey y su sequía ha coincidido en el tiempo con una crisis de resultados del cuadro rojiblanco, que han propiciado que se aleje definitivamente de la lucha por el título de Liga para esta campaña. Incluso el miércoles su entrenador decidió alinear a Carrasco junto a Griezmann en la punta de ataque ante el FC Barcelona.
No corren tiempos fáciles para el galo, aunque en el fútbol todo cambia rápidamente. Un buen encuentro ante el Leganés, en el Camp Nou en la vuelta de semifinales de Copa del Rey o ante el Bayer Leverkusen en Liga de Campeones pueden cambiar su panorama.