El Barcelona buscará esta tarde su primera final de la temporada con la disputa de la vuelta de la Semifinal de la Copa del Rey, en la que se medirá en el Camp Nou a un Atlético de Madrid más que exigido.
El conjunto azulgrana logró una valiosa renta 2-1 en el encuentro jugado la pasada semana en el Vicente Calderón de Madrid. Sin embargo, desperdició una buena oportunidad de dejar resuelto su pase y dio vida al Atlético en la segunda parte, en la que el equipo rojiblanco marcó un gol y también ganó autoestima.
El Barcelona, actual campeón del torneo, no se fía lo más mínimo y pondrá lo mejor que tiene. Así lo evidenció el sábado su técnico, Luis Enrique, al reservar al delantero uruguayo Luis Suárez y sustituir a Lionel Messi en la segunda parte del encuentro ante el Athletic de Bilbao, ya con el triunfo resuelto.
Sin embargo, no estará la llamada 'MSN' al completo porque Neymar deberá cumplir un encuentro de sanción por acumulación de tarjetas. Ante esta perspectiva, las opciones de Luis Enrique son múltiples. La solución más ortodoxa parece la de Arda Turan. Además, Messi deberá tener cuidado porque se perdería una hipotética final si ve una amarilla.
"No nos vamos a conformar con el empate. Vamos a intentar ganar y hacer un gol más que el rival, a pesar de que el resultado nos podría permitir especular", comentó Luis Enrique.
El Atlético está contra las cuerdas y más exigido que nunca. No sólo por el resultado, sino porque sería un duro golpe quedar fuera de la Copa del Rey cuando en la Liga española tiene mínimas opciones de pelear por el título, pues está a siete puntos del Real Madrid con dos partidos más que los blancos.
A su entrenador, Diego Simeone, no le queda otra que arriesgar y es probable que juegue con tres delanteros, que serían Fernando Torres, Antoine Griezmann y Yannick Carrasco. Además, por detrás quedaría Nico Gaitán ocupando el sitio que dejó libre Gabi, sancionado por acumulación de tarjetas.
El Atlético necesita marcar al menos dos goles para tener opciones de clasificarse y su plan pasa por hacer lo mismo que exhibió en la segunda parte del encuentro jugado en el Vicente Calderón: presión alta, armonía entre líneas, generosidad en el esfuerzo y fe. Otra cosa, lo visto en la primera mitad, le dejaría a merced de un Barcelona que no perdona distracciones.
Para el conjunto azulgrana es vital recuperar a Gerard Piqué, el futbolista del equipo que mejores garantías ofrece sacando el balón jugado desde atrás. Además, en teoría cuenta otra vez con Sergio Busquets para el centro del campo después de superar un esguince, aunque Luis Enrique no confirmó si estará a punto para la cita. Lo mismo sucede con Andrés Iniesta.
El Camp Nou presentará un buen aspecto, aunque no se llenará, para presentar un duelo ya clásico en el futbol español, dos equipos tan diferentes como competitivos. El Barcelona tiene todo a favor para conseguir acceder a su cuarta final de Copa consecutiva, todo un hito, pero el Atlético cree en la épica.
"Va a ser un partido que obligará al Atlético a arriesgar más y a meternos en problemas, y estoy convencido que vamos a necesitar el apoyo de nuestro público. Para nada está decidida la eliminatoria", resumió Luis Enrique.