Cuando Pablo Sarabia debutó con José Mourinho en el Real Madrid, era una de las promesas de futuro más firmes de La Fábrica. Pero como les sucede a muchos otros talentos, tuvo que emigrar para hacer carrera. No se fue demasiado lejos, al sur de la capital española para jugar en el Getafe, donde lo hizo durante 5 temporadas.
Su peso en el cuadro azulón se fue incrementando considerablemente, y aunque nada pudo hacer para evitar el descenso de este equipo la temporada pasada, fue sin duda su mejor curso con 7 goles en 32 partidos. Obviamente era una de las piezas más cotizadas de esta escuadra y acabó recalando en el Sevilla.
Una apuesta de bajo coste para los andaluces que por ahora está saliendo a las mil maravillas. Comenzó con gol en aquella loca primera jornada de Liga ante el Espanyol, aunque durante el otoño su protagonismo en los planes de Jorge Sampaoli fue decayendo. No era titular indiscutible, pero esperó su momento y ha sabido aprovecharlo.
Suma en total 9 goles en 30 encuentros, de modo que ya está realizando su mejor campaña desde que es profesional. A sus 24 años ha logrado convencer a su entrenador y tiene por ahora un sitio fijo en uno de los equipos más importantes de España, que pelea por la Liga y la Liga de Campeones. Sarabia es cada vez más importante en el club de Nervión, con el que no se marca límites para seguir creciendo.