Cada vez hay menos espacio para el romanticismo en el fútbol moderno. Aunque la relación entre un futbolista y un club se haya extendido en el tiempo y haya dado evidentes frutos, si las cosas vienen mal dadas, todo quedará en el olvido y la ruptura se convertirá en una cruda e ineludible realidad.
El verano que viene, hasta tres jugadores que han resultado determinantes para su club en el pasado podrían verse obligados a cambiar de aires en la Premier League. El caso más llamativo es, sin duda, el de Wayne Rooney (31 años). El ariete, que ha sido el gran referente del Manchester United en los últimos tiempos, ha ido perdiendo fuelle en los planes de José Mourinho y, salvo sorpresa, deberá hacer las maletas en cuanto concluya el actual curso.
Aunque aún es pronto para saber qué equipo le reclutará, el conjunto en el que dio sus primeros pasos como profesional, el Everton, ya le ha tendido la mano. «Creo que Wayne Rooney seguirá jugando a un nivel alto. Todavía tiene dos o tres años para jugar a un gran nivel. ¿Qué pasará al final de la temporada? No lo sé, pero en mi opinión es uno de los jugadores que pueden hacer que el Everton sea más fuerte. Son el jugador y el Manchester United los que tienen que decidir, pero cada jugador que pueda hacer que el equipo sea más fuerte será bienvenido al Everton», acaba de reconocer el técnico de los toffees, Ronald Koeman.
En una situación incluso más preocupante que la de Rooney se encuentra su compatriota Joe Hart (29 años). El arquero, que ya tuvo que abandonar la disciplina del Manchester City en verano, sigue sin entrar en los planes de Pep Guardiola y es muy probable que tenga que emigrar definitivamente una vez regrese de su cesión en el Torino. «Estoy muy contento con Willy y Claudio. Vamos a hablar de ello al final de la temporada», indicó el de Santpedor en clara alusión al futuro del meta.
Finalmente, y pese a que su relación con el Liverpool no ha sido tan larga como en los casos precedentes, el británico Daniel Sturridge (27 años) también está condenado a protagonizar otro traspaso sonado. En su caso, tanto las lesiones como el hecho de que Jürgen Klopp no termine de confiar en él se encuentran detrás de su futuro cambio de aires. «No tengo ni idea de lo que sucederá en el verano. No sólo con Daniel, sino con muchos jugadores. Tenemos que recuperar su mejor forma y luego poner fin a esta temporada con el mayor éxito posible. Entonces tomaremos decisiones acerca de Daniel, y de cualquier otro jugador. Muchas cosas influirán en esto y podemos hablar de ello cuando sea el momento», explicó el preparador germano.
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— Mirror Football (@MirrorFootball) 1 de marzo de 2017