Tras conquistar la Liga de Campeones en 2012, el Chelsea se reforzaba al verano siguiente con varios jugadores y entre ellos Victor Moses. Llegaba de hacer buenas temporadas en el Wigan Athletic de Roberto Martínez, especialmente en ese último curso, y daba el salto a los blues, que esa campaña iban a tener sensaciones encontradas.
Roberto Di Matteo sería destituido pero la escuadra londinense ganaba la Europa League con Rafa Benítez, y el africano disputaba 43 encuentros (10 goles). Sin embargo, con José Mourinho las cosas le iban a ir peor, hasta el punto de que terminó acumulando 3 cesiones diferentes, una por año.
Liverpool, Stoke City y West Ham fueron sus destinos, en los que tuvo diferentes sensaciones, si bien no llegó a terminar de convencer del todo. Pero contra todo pronóstico, cuando en verano se daba por segura su salida, llegó Antonio Conte y todo cambió desde entonces para él.
Porque además de sumar 28 partidos (4 goles) hasta la fecha, se ha asentado como pieza indispensable en el esquema 3-5-2 del entrenador italiano, en el carril diestro. De modo que se ha ganado una merecida renovación hasta 2021 que se certificaba esta misma semana.