El Manchester City de Pep Guardiola se aferraba a la Liga de Campeones como única tabla de salvación de una campaña que está siendo decepcionante. Por otro lado, el Mónaco ha demostrado en esta eliminatoria por qué ha venido practicando el mejor fútbol de Europa y es capaz de plantar cara al todopoderoso PSG en la Ligue 1. De hecho en cierto modo, la escuadra de Leonardo Jardim es el espejo en el que le gustaría mirarse al entrenador catalán: un equipo lleno de jóvenes talentos que desarrollan un gran fútbol. No descarten en absoluto que los citizens, exhibiendo músculo económico, se lleven en verano a uno o varios jugadores del Principado. Y por supuesto otros equipos. Pero ya hablaremos más adelante del expolio que se avecina en este conjunto.
Es hora de centrarse en lo acontecido hoy, un encuentro con muchas expectativas que no ha defraudado. Tras el partido de ida, espectacular, eléctrico, que tuvo prácticamente de todo, hasta un resultado poco común (5-3), había muchas miradas puestas en este partido. Manchester City y Mónaco nos regalaron el mejor de los ocho duelos de la ida y dieron la razón a los que anunciaban una eliminatoria espectacular. Así ha sido, ya que hoy nos han tenido constantemente atentos a lo que iba en el Stade Louis II de Mónaco. Y comenzamos desde las alineaciones para tratar de entender lo que hemos visto. En el bando local destacaba la ausencia de Radamel Falcao por lesión, un serio contratiempo para el equipo de la Ligue 1 porque perdía a un delantero determinante en un partido en el que necesitaba remontar. En cuanto a los visitantes, Guardiola se decantaba de nuevo por un centro del campo extremadamente ofensivo, con De Bruyne, Silva, Sané y Sterling. Un sistema que se sostenía sobre un sobrepasado Fernandinho, que se ha visto ahogado por el torrente de fútbol del Mónaco y el poderío físico de sus medios. Bakayoko, Fabinho, Lemar y Bernardo Silva se comieron a los citizens, incapaces de dar dos pases seguidos y mucho menos de asomarse a la portería de Danijel Subasic.
Como sucedió en la ida, y como le viene sucediendo toda la campaña, las ideas de Guardiola no terminan de plasmarse bien en el terreno de juego. Ya sea por su empeño en conseguir lo imposible, porque no cuenta con jugadores capacitados para esas tareas, porque no logra convencerlos para mantener las líneas juntas, porque su estado físico no es el adecuado, porque sus ideas no cuajan en un equipo inglés, porque le falta Ilkay Gündogan… Podríamos estar horas hablando de las causas de lo que le sucede al Manchester City, pero no queremos desmerecer tampoco al Mónaco. Como decíamos antes, su centro del campo estuvo sencillamente espectacular, apoyado en dos laterales magníficos y omnipresentes como son Djibril Sidibé y especialmente Benjamin Mendy (¡vaya primera parte!). Y todo esto sin olvidarnos de la gran figura: un Kylian Mbappé que si no nos equivocamos mucho va a ser una de las estrellas del fútbol mundial en la próxima década. Un atacante con gol, calidad a raudales, ambición, capacidad física y sobre todo ese ángel de que gozan los elegidos.
De hecho fue el joven galo el que abrió el marcador tras un centro de Bernardo Silva, después de una gran jugada de Mendy. Era el minuto 8 y este gol sentó muy mal al Manchester City, incapaz de encontrar soluciones a la asfixiante presión monegasca, que agobiaba constantemente la salida del balón de Fernandinho, los laterales y centrales de Guardiola. De hecho el equipo inglés se partía en dos: por un lado la defensa y el mediocentro brasileño, por otro el resto de centrocampistas y Sergio Agüero, que apenas pudo intervenir en la primera parte. Y es que seguía el Mónaco a lo suyo hasta que en el minuto 29 culminaba la remontada, anotando el 2-0 por medio de Fabinho. Otra vez Mendy ganaba línea de fondo y el brasileño remataba a placer en el área grande, tras un centro raso y un disparo de primeras del ex del Real Madrid. En media hora los de Leonardo Jardim lograban su propósito, pero quedaba una hora de partido todavía, si bien los de Pep Guardiola no lograron inquietar a su rival antes del descanso. De hecho podría haber acabado el acto con algún gol en contra más el equipo británico, que sin embargo tenía la segunda parte para marcar un gol y clasificarse.
1ère mi-temps tout simplement parfaite des Rouge et Blanc mais le chemin est encore long ! (2-0) #ASMMCI
8' @KMbappe
29' Fabinho pic.twitter.com/dRvFscfPwF— AS MONACO (@AS_Monaco) 15 de marzo de 2017
El Mónaco golpea el último
Tras lo visto en el Stade Louis II en el primer acto, cuando el Mónaco merecía sin dudas el pase a la siguiente ronda, el panorama cambió por completo. Quizás espoleados por las palabras de Pep Guardiola, los sky blues salieron al ataque en el segundo tiempo, conscientes de que un gol les clasificaba para la próxima ronda. Mientras tanto el Mónaco pagaba el esfuerzo del enorme desgaste físico realizado en el primer tiempo, y no lograba recuperar el balón con la misma facilidad. Mientras tanto, David Silva iba ganando presencia en el juego, los ingleses se juntaban bien alrededor de la pelota, encontraban espacios y comenzaban a inquietar a Danijel Subasic. Tras tirar por la borda el primer tiempo, al fin parecía que Pep Guardiola daba con la tecla y tenía lo que quería.
Leroy Sané, Raheem Sterling o Sergio Agüero tuvieron ocasiones claras, pero no acertaron a rematar a gol. Lo logró el propio Sané, ya que el alemán enviaba al fondo de la red un rechace de Subasic y obtenía al fin el premio esperado por esos primeros veinticinco minutos de juego del Manchester City en la segunda parte. Un gol que volvía a cambiar el panorama, y que en este caso parecía dejar al Mónaco tocado, ya que apenas lograban plantarse ante la portería de Willy Caballero. Pero cinco minutos después, en el 76, una falta lejana propiciaba el gol que a la postre era el definitivo de la eliminatoria.
Tiemoué Bakayoko, imperial en el centro del campo de Leonardo Jardim, cabeceaba a la red un centro medido ante la pasividad de la zaga citizen, que durante toda la eliminatoria ha estado demasiado floja. Los minutos restantes fueron apenas un intento de reacción épica de los británicos, que sin embargo no gozarían de ocasiones claras para hacer ese segundo gol que les diera el pase a cuartos de final. Y de esta manera se consumaba un fracaso en gran parte esperado del millonario proyecto de Pep Guardiola, que por primera vez desde que es entrenador de élite no pisará las semifinales de Liga de Campeones.
Acaba aquí una eliminatoria que ha sido sumamente intensa y entretenida, con un Mónaco imperial que seguirá sin duda dando que hablar en este torneo, con jugadores que van a ser muy cotizados en los próximos meses. Y este es un partido que puede marcar un punto de inflexión en el futuro de Pep Guardiola y en el proyecto de su equipo, que para el próximo verano tiene que realizar de nuevo grandes cambios en su plantilla con los que sin duda se volverá a agitar el mercado de fichajes. Una derrota que además deja muy señalado al entrenador catalán, que evidentemente ha fracasado esta temporada con su ambiciosa apuesta de juego, y que tiene mucho trabajo por delante si quiere triunfar en Inglaterra.
L'AS Monaco atteint les 1/4 de la @ChampionsLeague pour la 2e fois en 3 ans !!! #ASMMCI #Grandiose pic.twitter.com/hOkVYaXm1j
— AS MONACO (@AS_Monaco) 15 de marzo de 2017