El 1-1 del insufrible partido de ida, un choque de esos que merecen ser borrados del historial de cualquier equipo, parecía al menos garantizar una vuelta cargada de emoción e incertidumbre. El Rostov necesitaba apenas un gol para completar la machada y se presuponía que a poco que mostrase una actitud mínimamente ofensiva, el Manchester United podría encontrar los huecos oportunos para generar peligro y dar pie a una primera parte mucho más potable que la de hace una semana.
Sobre el césped, este vaticinio se quedó a medias. Lejos de dar cierta sensación de valentía, el cuadro ruso pareció asumir su evidente inferioridad y se atrincheró en su área con la firme idea de aguantar el chaparrón y, tal vez, cazar una contra. Lógicamente, los diablos rojos agradecieron esta actitud, ya que les permitió prácticamente jugar a placer durante los primeros 45 minutos.
Eso sí, su aplastante dominio no se tradujo en gol. Aunque Zlatan Ibrahimovic, Henrikh Mkhitaryan y hasta Paul Pogba dispusieron de ocasiones muy claras, el balón no logró alcanzar el fondo de las mallas. Una veces el poco académico meta Nikita Medvedev y en otras el palo evitaron que la eliminatoria quedase resuelta por la vía rápida.
Juan Mata y Sergio Romero sellan el pase a cuartos de final
Tras lo mucho que había perdonado su rival en el primer acto, el Rostov se vio casi obligado a salir de la cueva en el arranque del segundo periodo. Al fin y al cabo, la hazaña de pasar a cuartos quedaba a un gol y había que intentarlo. Y la flauta que suena de vez en cuando en este tipo de partidos estuvo a punto de oírse. De hecho, una felina intervención del hasta ese momento inédito Sergio Romero evitó que un soberbio disparo con rosca de Azmoun se convirtiese en un inesperado 0-1 en el minuto 53.
Recibido el aviso, el United volvió a pisar el acelerador con la firme intención de evitar angustias de última hora. Eso sí, el ansiado gol no llegó hasta que el conjunto dirigido por Ivan Daniliants se lanzó al ataque y dejó unos evidentes huecos en su zaga por los que se filtraron Mkhitaryan, Ibrahimovic y Juan Mata. El primero corrió por banda diestra y envió un balón al área; el segundo avanzó por el centro, se plantó en el área y se inventó una asistencia de espuela, y el tercero, que se sumaba al ataque desde el flanco izquierdo, acabó mandando el balón al fondo de la red.
Aunque por lo visto hasta ese minuto 70, la clasificación del United no parecía peligrar, lo cierto es que el Rostov dispuso de hasta dos claras ocasiones para enviar el partido a la prórroga. Por fortuna para los de Old Trafford, en ese par de acciones volvió a emerger la figura de un Sergio Romero que mostró su enorme agilidad y que evitó un buen sofoco a un José Mourinho que no termina de dotar a este equipo de un estilo realmente competitivo.
El Olympique de Lyon apea a la AS Roma
Junto al conjunto británico, accedieron a la siguiente fase el Olympique de Lyon, que tuvo que sufrir para defender el 4-2 de la ida ante la AS Roma (perdió por 2-1); el Ajax de Ámsterdam, que logró remontar el 2-1 de la ida ante el Copenhague (victoria por 2-0); el Schalke 04, que volvió a empatar con el Borussia M’Gladbach pero se benefició del valor doble de los goles marcados fuera de casa, y el Anderlecht, que de nuevo cumplió el trámite ante el APOEL.
Octavos de final (vuelta):
Racing Genk 1-1 Gent (6-3 global)
Besiktas 4-1 Olympiakos (5-2)
Krasnodar 0-2 Celta de Vigo (1-4)
Ajax de Ámsterdam 2-0 FC Copenhague
Manchester United 1-0 Rostov
AS Roma 2-1 Olympique de Lyon
Borussia M’Gladbach 2-2 Schalke 04
Anderlecht 1-0 APOEL