El mundo del fútbol se ha estremecido con la noticia del positivo de Paul Pogba en un nuevo test antidopaje. El volante de Juventus está sumido en un profundo dilema que podría cambiar drásticamente el curso de su carrera. Y es que los peores presagios se han hecho realidad tras someterse a un contraanálisis. El resultado confirmó el positivo por testosterona, episodio que oscurece aún más la situación del futbolista, que había sido suspendido de forma cautelar desde el pasado 20 de agosto, cuando se reveló el primer resultado tras el partido ante el Udinese.
La gravedad de la situación es innegable, ya que, de confirmarse la sanción, Pogba podría enfrentar un periodo de suspensión que oscilaría entre dos y cuatro años. El futuro del volante parece incierto y depende en gran medida del veredicto que emita el Tribunal Italiano Antidopaje.