Sin actividad desde el mes de agosto de 2023, Paul Pogba (actual jugador de Juventus) parece que tendrá que esperar muchísimo más para ver su regreso a los terrenos de juego: Fiscalía antidopaje solicitó una sanción de 4 años para el mediocampista francés. Por ahora, no ha habido un pronunciamiento oficial por parte del jugador, pero todo indica que apelará a esta decisión. Además, de ser efectivo este castigo, significaría uno de los últimos pasos de su carrera profesional.
Con 30 años de edad, Pogba desconcertó a todos en el mes de agosto cuando dio positivo en un control antidopaje. En aquella ocasión, los exámenes arrojaron que se le encontró DHEA, sustancia que aumenta los niveles de testosterona y con un ‘ensayo B’ se confirmó la situación.
El francés no ha disputado ningún partido oficial desde el día 3 de agosto ante Empoli. Un día después, el Tribunal Nacional Antidopaje fue consciente de su situación, le suspendió temporalmente por “supuesta violación de los códigos 2.1 y 2.2 de las ‘Normas Deportivas Antidopaje’ que sanciona el uso e incluso el intento de consumo de sustancias prohibidas”.
Por esta razón, ante Udinese (victoria por 3-0 en la fecha siguiente) no hubo rastros del jugador en el plantel por un tema de precaución. Rafaela Pimienta, agente del futbolista, habló al inicio del caso de la inocencia del galo, buscando que la sanción no se haga efectiva: “Nunca quiso doparse”.
Al parecer, este sería uno de los últimos ‘escándalos de Paul Pogba quien podría cerrar su carrera de una manera muy convulsa. Los problemas extradeportivos han acaparado las miradas y su nombre se ha visto envuelto en temas ajenos al fútbol.
En la Selección de Francia ya no tenía un espacio. Sumado a las constantes lesiones y falta de ritmo, Didier Deschamps dejó de contar con su presencia luego que, aparentemente, contratara un brujo (en complicidad con su hermano) para lesionar a Kylian Mbappé y sacarlo del Mundial Qatar 2022.
¿Qué opciones tiene Paul Pogba para reducir sanción?
Pogba tiene, por lo tanto, dos alternativas: primero, llegar a un acuerdo con la fiscalía antidopaje (aunque, incluso en este escenario, se requeriría la aprobación de la WADA), lo que podría resultar en una reducción a la mitad de la sanción inicialmente solicitada por la fiscalía. Es decir, la sanción de cuatros años, que todos consideran que sea el resultado final, pase a ser a dos años.
Mientras que la segunda, que es un poco más tediosa pero el boleto de sus salvación, sería tomar la decisión de arriesgarse en un juicio deportivo ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). En el primer caso, un acuerdo eliminaría cualquier posibilidad de apelación, mientras que en el segundo caso, la decisión del TAS sería apelable.
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