La Lazio jugará su próximo partido en casa con varias de las tribunas del Estadio Olímpico cerradas, después de la sanción impuesta al club celeste por los gritos de mono proferidos contra el delantero belga de la Roma Romelu Lukaku durante el derbi en Copa de Italia el miércoles pasado.
En un comunicado publicado el viernes, la Serie A anuncia que tres sectores de las gradas del estadio, desde los que se vertieron los gritos de carácter racista contra Lukaku cuando estaba en posesión del balón, serán cerrados al público en el próximo partido de la Lazio, el 28 de enero en liga contra el Napoli.
El club romano fue sancionado por "cánticos imitando el grito de mono, groseros, insultantes y racistas", según señala el comunicado, que precisa que esos sonidos fueron claramente registrados por los observadores de la Federación Italiana de Fútbol presentes en el estadio, y que fueron cantados por "el 90% de los 16.000 aficionados que llenaban esas tribunas".
Esa sanción es la última de una larga serie para la Lazio, que cuenta con varios grupos de ultras abiertamente de extrema derecha.
En cuanto a Lukaku, ya ha sido víctima de ese tipo de gritos en varias ocasiones desde que juega en Italia, por parte de aficionados de la Juventus la pasada temporada, y del Cagliari en 2019, cuando lucía la elástica del Inter de Milán.
RGS