Son muy pocos los futbolistas extranjeros que han dejado huella en el balompié nacional, sudamericanos en su mayoría, algún europeo, pero escasos africanos. Es por eso que hoy llama la atención el brillo que un par de jugadores del continente negro tienen en la Liga Mx.
Se trata de Djaniny Tavares, en Santos y de Clifford Aboagye, con Atlas. Los dos han sido piezas fundamentales para que sus clubes peleen por los primeros planos. Velocidad con y sin la pelota, un amplio despliegue físico, que sirve en ataque para vencer a los rivales y en defensa, para realizar coberturas superiores a las habituales, piel morena y una técnica individual que no envidia la de los mejores prospectos en este rubro, estas son las cualidades que Tavares, de Cabo Verde y Aboagye, de Ghana, comparten en su ADN futbolístico.
Su irrupción han sorprendido al medio y llenado de elogios a quienes les han brindado la confianza para ser protagonistas. En su sexto semestre en México, el caso de Tavares ha cobrado una relevancia superior a la que acarreaba en el pasado.
Desde sus primeros certámenes, con diferentes técnicos, como Pedro Caixinha y hasta Pako Ayestarán, fungía de recambio habitual, brindando goles escasos y vértigo con su ingreso; sin embargo, con José Manuel de la Torre al frente de los Guerreros, se ha consolidado: "Nos aporta muchísimo, es muy completo", ha dicho El Chepo.
Tavares habla un español poco fluido, da pocas entrevistas, porque prefiere expresarse dentro del campo. Este Clausura 2017 completa 13 apariciones y cinco anotaciones, convirtiéndose en el máximo goleador de la escuadra; Chepo le brinda libertad creativa en el frente de ataque; antes, lo hacía pegado a cualquiera de las dos bandas, mientras que ahora lo hace detrás de Julio Furch, como media punta.
Djaniny, además, tiene en su palmarés el título de Liga conseguido en el Clausura 2015 bajo las órdenes de Pedro Caixinha; a sus 26 años, y con algunas salidas importantes de la institución, Tavares se ha convertido en referente, así lo ubican dentro del mismo plantel y directiva: "Es un jugador del que hemos visto su proyección a lo largo de los años, eso nos tiene contentos por él y por lo que ha generado dentro del club; ha madurado con el paso del tiempo y en el presente tenemos un Djaniny maduro y competitivo", describió Alejandro Irarragorri, presidente de Santos vía telefónica.
La historia de Clifford Aboagye no es muy lejana a la de Djaniny. El ghanés creció entre limitantes económicas, pero siempre con la meta puesta en trascender. En una región en la que escasean todo tipo de recursos, pero en la que no falta la pelota de trapo como distractor, el ahora volante del Atlas desarrolló el gusto por el futbol: "Fueron tiempo difíciles, en los que te saca adelante la persistencia, las ganas y el hambre", señaló a El País hace unos meses.
Llegó a México apenas en diciembre pasado, y venía con la intención de probar suerte, pues iba directamente a la Sub 20 de los rojinegros, donde inmediatamente le llamó la atención a José Guadalupe Cruz, que lo inscribió en el primer equipo.
Su currículum demuestra la calidad de su capacidad, aunque también muchos cambios en pocos años. A mediados del 2013 consiguió el tercer lugar del Mundial Sub 20, haciéndose acreedor al Balón de Bronce y a un contrato en el Udinese de Italia.
En la Serie A no hubo mayor continuidad, por lo que al año salió cedido al Granada de España, donde las oportunidades también escasearon; algunas llamadas y casi por casualidad, recaló en la Liga Mx, donde es pilar del esquema del Profe Cruz, partiendo desde el medio campo y proyectando a la ofensiva.
De momento, registra una asistencia y su primer gol lo consiguió hace unos días, ante Pumas, brindándole al Atlas el empate contra los felinos: "Me siento muy bien en cada encuentro, progresando", comentó después del duelo.
DE ESTANCIA BREVE
Contabilizando a Tavares y Aboagye, han sido 17 los futbolistas de origen africano que han disputado encuentros de Primera División en México. Desde tiempos remotos, esta clase de jugadores han mantenido presencia, aunque poca, dentro del balompié nacional.
Del primer futbolista de este continente que se tiene registro fue un delantero marroquí que recaló en el Puebla, entre 1951 y 1952, pero pocos han dejado huella indeleble. Solo Alain Nkong y el propio Djaniny han salido campeones.