La tarea de ser portero es difícil, la mayoría de las veces no reciben los aplausos que merecen, además se pueden volver villanos por errores que cuestan resultados.
Aunque su función principal es no permitir goles, el futbol nos ha regalado historias de porteros que saben anotarlos.
Rogério Ceni
Es el portero más goleador en la historia del futbol, marcó más de 125 tantos jugando para el Sao Paulo de Brasil. El portero brasileño anotó en su mayoría goles de tiro libre y penales. También ostenta el récord de más partidos jugados con un mismo club. Además puede presumir de formar parte de la lista de los 10 máximos goleadores del club.
José Luis Chilavert
El histórico guardameta de Paraguay, era un 'monstruo' bajo la portería, sin embargo, también fue un ejemplo para cobrar tiros libres al igual que la pena desde los once pasos.
El guardameta marcó gol en 62 ocasiones de las cuales únicamente perdieron dos encuentros, así mismo la mayor cuota la registró con Vélez Sarsfield.
René Higuita
Es un histórico en el futbol mundial, se dio a conocer por hacer la jugada del escorpión estando debajo del arco, sin embargo, tenía la habilidad de marcar goles.
A lo largo de su carrera celebró 41 anotaciones. Higuita que jugó en los Tiburones Rojos, nunca pudo marcar con su selección.
Jorge Campos
El 'brody' es una figura mundial en el mundo del futbol, sus llamativos uniformes hicieron que muchos lo voltearan a ver, pero fue su gran habilidad en la portería lo que lo avalaron como el mejore tercer portero del mundo en su tiempo.
Campos además poseía las cualidades de delantero, mismas que lo impulsaron a lograr 41 goles en su carrera profesional.
Óscar Pérez
En nuestro país los porteros han destacado por ser mejores defensores, pero el 'Conejo' sabía lo que era anotar goles. En una ocasión logró anotar un tanto en los últimos minutos en un partido contra Tecos y en otra ocasión el veterano portero lo hizo nuevamente pero en un partido con México sub 23.
Moisés Muñoz
El hoy jugador de Jaguares hizo una hazaña mientras militaba con América, en los últimos minutos de la final contra Cruz Azul subió al área y cabeceó un balón que terminó al fondo del arco; aunque fue marcado como un autogol ya que el balón no tenía dirección al arco, toda la afición lo recordará como la 'cruzazuleada' y el gol de Muñoz.