La afición de Rayados respondió en pleno viernes santo a pesar de la llovizna que se presentó en la ciudad de Monterrey y estableció un nuevo récord de asistencia para la práctica de un equipo en el futbol mexicano.
26 mil espectadores se dieron cita en el Coloso de Guadalupe para alentar a sus Rayados a días de enfrentar a Toluca y a más de una semana del Clásico Regio 110 ante Tigres.
La práctica albiazul comenzó a las 10:00 horas, pero una hora antes los fanáticos rayados comenzaron a llegar al recinto ubicado en Guadalupe, Nuevo León.
'La Pandilla' saltó al campo de su estadio entre aplausos y porras, para después realizar futbol en espacios reducidos y un pequeño interescuadras entre los elementos que fueron suplentes en el duelo del miércoles contra Santos Laguna.
Walter Gargano pidió valorar estos momentos que son únicos en la vida de un futbolista y reconoció que ya había vivido una situación similar en el Napoli.
"Contento sobre todo por el cariño que la gente nos brinda, aprovechando la oportunidad para los que a veces no pueden venir al estadio. Es muy bonito convivir un poco con ellos es lo que te deja el futbol, porque uno ha vivido y ha pasado, y no se da cuenta, pero esto de convivir con la gente es lo más lindo que hay, ver a los niños felices. Me ha pasado en Napoli, la afición realmente no tiene precio", mencionó
el uruguayo en rueda de prensa.
La Adicción comenzó a ponerle sabor picante al Clásico Regio 110, que se disputará el próximo 22 de abril en la casa albiazul, al entonar su famoso cántico: "Tienen miedo... los Tigres tienen miedo".
El capitán José María Basanta agradeció la cantidad de asistentes al entrenamiento e informó que se rompió la marca establecida en abril de 2012, justamente antes de un Clásico, cuando ingresaron 21 mil aficionados.
"Es un día histórico en el futbol nacional, se ha impuesto un récord de asistencia a un entrenamiento. La asistencia de hoy ha sido de 26 mil personas", expresó el 'Chema'.
Al final del entrenamiento, los jugadores regalaron balones y termos autografiados a la afición en señal de agradecimiento.