Nadie lo creía, fueron minutos de angustia. Jaguares estaba haciendo la tarea, Atlas fue uno diferente al que se había visto la semana pasada ante América. Por cinco minutos el equipo de Sergio Bueno hacía el milagro, ganó 1-0, pero no pudo mantener la categoría con la victoria de Morelia en Monterrey, los Zorros por otro lado, tendrán que esperar. El gol de Raúl Ruidíaz lo pone con nueve goles como líder de goleo, desplazando así a Matías Alustiza que con ocho soñaba con ser el primero con ese galardón en los 100 años de historia de los tapatíos.
Cuando algo como lo que pelaba Jaguares está en juego, las piernas pesan, el pensamiento se nubla. Bermúdez en el área pudo dar mayor tranquilidad apenas a los 2 minutos, pero al estar sólo frente a Óscar Ustari buscó retrasar el balón. Leiton Jiménez cortó la jugada. Todo quedó en un susto.
Pero en algún momento llega la inspiración. Casi por inercia, el momento fue lento. Al 10’ Bermúdez tuvo su revancha, le cayó el rebote a un despeje de Stiven Barreiro y le pegó de pierna derecha, Ustari hizo el vuelo pero fue imposible. Jaguares veía la salvación como una luz al final del túnel.
A esto también se le agregó la polémica. El arbitraje también fue señalado, cuándo no, si a lo largo de las 17 fechas han existido jugadas a señalar. Aquivaldo Mosquera cortó un centro de Martín Barragán al 22’ con su mano izquierda. Roberto García decidió que aquello no era intencional, Matías Alustiza se volvía loco en los reclamos. Pudo ser también el gol que le diera el empujón para ganar el campeonato de goleo. A veces, el silbato también pesa.
Atlas en la primera mitad estuvo errático, falto de profundidad. Culpa también de la ausencia de José Madueña por la lateral de la derecha, uno de sus hombres más brillantes y el jugador en esa posición con mejor forma en el futbol mexicano. El debutante Cristian González no lo hizo mal, pero no fue igual.
Chiapas lo veía tan alcanzable que comenzó a cancherear, patear y hasta hacer tiempo, no por nada a Moises Muñoz lo amonestaron por retrasar un despeje, al mismo tiempo, Morelia se iba al frente en Monterrey. El resultado en Guadalajara ya no servía de nada.
El juego se rompió por instantes al 29’. Jonathan Fabbro, el diferente, puso a Luis Leal, que estando frente a Ustari perdonó. La atajada del argentino daba seguridad momentánea de que estaba de regreso y listo para reclamar su puesto como titular en Liguilla.
En el contragolpe, Daniel Álvarez sirvió para Luis Reyes, éste la puso en el corazón del área. Matías Alustiza remató, pero Muñoz despejó a una mano. Lance espectacular, pero todo había sido invalidado por el árbitro asistente por fuera de lugar.
El inicio del segundo tiempo fue frenético, ayudado aquello por el ingreso de Fidel Martínez. Barragán la tuvo al 46’ y el poste le dijo que no, el delantero ecuatoriano un minuto después, pero Moisés atajó en el mano a mano. El portero hacía grande su figura, pero el tiempo seguía corriendo y en Monterrey, Morelia seguía arriba en el marcador.
Óscar Ustari tuvo que dejar el campo al 56’, se resintió. La Fiel le despidió entre aplausos, pero la mayor ovación fue para su reemplazante Miguel Fraga. El hombre en el que poco se creía, se ha ganado el respeto. Al 68’ salvó del segundo cuando el ‘Hobbit’ se escapó el solitario. Fraga dice presente, Atlas tiene portero de cara a la Liguilla, aunque ha perdido un bastión importante sin Ustari.
Final no apto para cardiacos. Cuando Rayados puso el 1-1, la banca de Jaguares vio los últimos minutos de rodillas por el nervio. El milagro se estaba dando, el guardameta suplente Leonardo Burián corría de un lado a otro para informar a sus compañeros del resultado.
Por cinco minutos, Chiapas estuvo salvado. Las atajadas de Moi se volvían de oro, pero el gesto cambió cuando Ruidíaz clavó el segundo en la compensación, caras largas, momentos de angustia. Cuatro minutos de compensación los separaban de la Liga de Ascenso. Morelia lo había logrado. El llanto ya era inevitable en la banca.
Nostálgica era la imagen de un par de jugadores de Chiapas sentados a un costado del gusano que lleva a los vestidores. Años de malas decisiones, un resultado favorable, pero que dependía de un tercero. Matías Alustiza también vio cómo se escapó la posibilidad del campeonato de goleo con el tanto del atacante del Morelia. El peruano arruinó la noche a Chiapas y al Atlas. Jaguares es el nuevo equipo de la Liga de Ascenso, Atlas se quedó con las ganas de que su “Chavo” hiciera historia, pero la siguiente semana inicia la Liguilla.