Doce nadadores de Estados Unidos, México, Israel, Nueva Zelanda y Sudáfrica cruzaron la frontera en apoyo a los inmigrantes.
Los deportistas fueron vigilados por un buque de la Marina mexicana cuando llegaron a Tijuana, mismo lugar en el que fueron ovacionados por estudiantes y por el funcionario principal de inmigración del país.
Kim Chambers, quien fue la organizadora de este evento, se dijo emocionada por el recibimiento que tuvieron en la frontera mexicana.
"Al final del día, el agua nos conecta a todos", mencionó la organizadora.
La neozelandesa mencionó que la idea salió poco después de que un grupo de nadadores cruzara el Mar Rojo en pro de crear consciencia ambiental.
Este evento no se hizo en forma de protesta, aseguró Chambers, más bien fue en torno a toda la negatividad que se dio después de la elección de Donald Trump.
Además, con este acontecimiento se recaudaron fondos para el Centro Colibrí por los Derechos Humanos de Tucson, Arizona, un grupo que ayuda a las familias a identificar a los inmigrantes que fallecen en busca del ‘sueño americano’.