Cuauhtémoc Blanco elude la marca del rival más próximo y filtra para Luis Hernández, que con dos movimientos se deshace de sus oponentes, para definir con la derecha el 1-0 ante la tardía salida de Andreas Koepke... México vibraba en Montpellier, Francia. Apenas unos instantes más tarde, el propio Matador erraría la jugada clave para ampliar el electrónico, luego de un desborde de Jesús Arellano, que conectó de nuevo con Cuau. Este embate lo recuerda perfectamente Manuel Lapuente, que vivió al filo del área técnica todo el drama: "Era el del triunfo", matiza el ex entrenador.
Aquel 29 de junio de 1998, Jurgen Klinsmann y Oliver Bierhoff se encargaron de finiquitar el sueño mexicano; al 74' y al 86', la presión ejercida por los alemanes redituó en errores defensivos de la zaga nacional, comenzando por Raúl Rodrigo Lara y hasta de Jorge Campos, que brindaron la posibilidad de que los teutones se fueran al frente: "Era una selección mexicana muy aguerrida, que tenía sus limitantes, pero valiente. Analizamos bien al rival, sabíamos que podíamos hacerles daño y lo hicimos... Sucumbimos ante la insistencia de un enemigo poderoso, que nunca se cansó ni claudicó", arremete Manolo vía telefónica.
Ahora, el futbol y la coincidencia vuelven a enfrentar a estas dos selecciones, al enemigo que siempre ha eliminado a México justo cuando se cree que se está cerca de dar un paso hacia adelante; ha ocurrido tres ocasiones en Copa del Mundo (1978, 1986 y el mencionado 98'), además de la Copa Confederaciones del 2005, por lo que Lapuente analiza las posibilidades del cuadro nacional, las probabilidades de que el combinado que dirige Juan Carlos Osorio se imponga a una alternativa formación teutona, aunque no por ello, carente de talento y disciplina.
"Es una selección alemana diferente, tienen a muchos jóvenes que juegan en la Bundesliga, y a otros con calidad para integrar al cuadro estelar, es un cuadro muy ordenadito, que no tiene puntos débiles; México y Osorio deben ser congruentes, salir con lo mejor que tienen y pensar que es posible vencer al rival de enfrente. Hay una gran diferencia a todos los antecedentes en esta serie: todas las veces que nos medimos contra ellos, nosotros teníamos a una alineación inferior, no en calidad ni entrega, pero sí en nombres. Hoy las cosas son diferentes, nosotros somos los de experiencia en equipos de élite".
Para imponerse a Alemania, situación que Manolo ve viable, gracias en gran parte al talento del equipo mexicano, lo único que le pide a Juan Carlos Osorio es congruencia y mantener al once base más competitivo posible: "No puedo entender todos sus cambios, no veo a grandes entrenadores haciendo lo mismo que él, y es que para obtener éxito no existe otra vía que la repetición, que el consolidar a tu columna vertebral... Contra los germanos no se podrá dar este tipo de lujos, no se puede especular con selecciones de esta clase".
En el terreno de juego, México tendrá la baja de Andrés Guardado, el capitán y uno de los referentes de este combinado, y en su posición, Lapuente espera que el estratega nacional se dé tiempo para analizar los pros y contras de las variantes en este sitio; para Manolo, este tipo de disyuntivas pasan más por la confianza del posible sustituto, que por otra situación: "Tú como entrenador lo percibes, sabes quién es el indicado para suplir a tal o cual; sé que Andrés tiene muchísima calidad, pero habría que pensar en las variantes del sistema. Ojalá no se equivoque".
Sobre el rendimiento del Tri en la Copa Confederaciones, Lapuente advierte de la irregularidad nacional, de las diferentes imágenes que el equipo de Osorio ha mostrado ante rivales de distintos alcances; para el experimentado timonel, esto no es un positivo indicio para trascender en el certamen: "Han sido muchas versiones, tanto favorables como negativas, pero demasiadas caras diferentes del equipo y eso, a la larga, te termina por generar dudas como entrenador y aún más, dentro de la plantilla y no se diga para afuera, para la afición o la prensa. No es un estilo que yo comparta".
ES EL MÁS EFECTIVO
Más allá de las críticas que ha generado el sistema de juego de Osorio, los números lo respaldan y no solo a la hora de ver los resultados de algún enfrentamiento, también, a la hora de medir la efectividad de accionar: 80 por ciento. El timonel colombiano es el más alto en cuanto a los últimos cinco timoneles del cuadro nacional, y es seguido por José Manuel de la Torre (66 por ciento), Ricardo La Volpe (60 por ciento), Javier Aguirre (59 por ciento) y Hugo Sánchez (58 por ciento). Dentro de su historial, cabe mencionar, solo dos rivales le han vencido: Croacia y Chile, este último, por el abultado marcador de 7-0 y en un compromiso oficial.