La rivalidad entre México y Alemania se ha convertido con el paso de los años en una situación atípica en el futbol: desde la década de los setentas y diferentes encuentros, tanto en Copas del Mundo como en Confederaciones, esta dupla ha cobrado fuerza y ha marcado una tendencia a favor de los futbolistas teutones...
¿Qué mejor escenario para una revancha que el Zócalo? Y sí. Esta mañana, las generaciones de México 86' y Francia 98' tuvieron una nueva oportunidad de resarcir el recuerdo de ambas eliminaciones en Copas del Mundo. Una cancha de futbol siete y el ánimo de la gente que se dio cita en la explanada, fue suficiente para revivir este encuentro.
El partido se dividió en dos. Los primeros 45 minutos, la generación del 86' sucumbió por 1-3, con un doblete de Jürgen Klinsmann, además de otro tanto de Mathias Gerbert; por los de casa acercó Luis Flores; su once original estuvo impregnado de presencia de jugadores surgidos de Pumas: Miguel España, Manuel Negrete, Luis Flores y Raúl Servín.
La revancha se consumó en el segundo compromiso, donde México, orquestar por Cuauhtémoc Blanco, Alberto García Aspe y Ramón Ramírez se hicieron cargo del juego en ofensiva... En estos segundos 45 minutos, la selección nacional se impuso por 2-0, con anotaciones de Luis García Postigo y el propio Ramón, ya mencionado. Este resultado forzó a una serie de penales para definir al campeón.
Sin embargo, en los momentos previos, ambas escuadras, vía sus capitanes: García Aspe y Lotthar Mathaus decidieron que no hubiera tiros de castigo; ambas escuadras compartirían el título de la Copa Ciudad de México, dejando en claro que la rivalidad se queda en la cancha.