Cruz Azul tiene otra cara. Sí, es más intenso y logra, por momentos, emocionar a sus seguidores. Sin embargo, aún le falta para ser contendiente, para maniatar a un equipo tan trabajado como el líder Monterrey. Fue un 1-1 que pudo terminar en victoria celeste por la enorme actuación de su portero Jesús Corona, o en una goleada en contra de no haber sido factor el cancerbero.
Como sea, Rayados camina plácidamente rumbo a la liguilla, con 17 puntos que lo mantienen hasta arriba de la clasificación; en cambio, La Máquina marcha con ciertos aires optimistas con un invicto y una racha que auguran algo positivo, pero necesita explotar de una vez, hilvanar triunfos para que, ahora sí, se le pueda considerar candidato a algo.
Fue un partido tibio en sus primeros minutos, con un Édgar Méndez que tuvo la primera al minuto 14; el español arrastró la pelota desde sector izquierdo y luego sacó un zurdazo que obligó el lance de Hugo González para desviar con una buena atajada.
Luego vino un tiro-centro de Mena que se le pasó a todos y le llegó de sorpresa a Hugo González que la mandó a tiro de esquina.
Fue hasta el 28 que Rayados tocó la puerta de La Máquina de manera seria, en una jugada a balón parado en la que César Montes de levantó con total libertad y conectó un testarazo que fue a estrellarse en el travesaño de la portería de Corona.
Cruz Azul respondió cuatro minutos después cuando en tiro de esquina Enzo Roco sacó un cabezazo que se fue a un lado de la portería de Hugo.
En la recta final del primer tiempo el juego se avivó. Pareciera que ambos equipos dejaron las emociones para el último, aunque casi todas fueron del lado de Rayados.
Aunque primero Cruz Azul estuvo cerca de abrir el marcador en un cabezazo de Peñalba. Luego, a la siguiente jugada, en un despeje de Rayados, Enzo Roco se excedió en la confianza y dejó que la pelota le rebasara sin decidirse a cortar el trayecto; ahí apareció Avilés Hurtado, quien se hizo con el esférico y se enfiló sin marca para fusilar a Jesús Corona, pero el colombiano no supo si disparar o pasar para Rogelio Funes Mori que al final sacó un tiro sin fuerza y tan cruzado que se convirtió en una pavorosa equivocación.
Pero casi de inmediato Monterrey tuvo su revancha al recuperar una pelota en la salida de Cruz Azul; ahora fue Rogelio Funes Mori el que desnudó la lentitud de la zaga cruzazulina, luego de dos recortes el argentino sacó un disparo que se estrelló en la mano de Roco. El árbitro José Alfredo Peñaloza no dudó en marcar el penal y en la jugada pintó de amarillo al chileno, así como a Corona y Peñalba por protestar.
Rayados tenía el tanto para irse con ventaja al descanso, pero Dorlan Pabón anunció mucho su tiro que le permitió a Chuy Corona adivinar. Otra vez Monterrey perdonaba y así se esfumaron los primeros 45 minutos.
DEL GOLAZO DE ALDRETE A LA TARDE DE CHUY
Y muy pronto Rayados pagaría por los dos errores de la recta final del primer tiempo. Corría el minuto 51 cuando Cruz Azul armaba una ofensiva, la pelota le cayó a Adrián Aldrete por sector izquierdo, el lateral encontró vía libre así que avanzó haciendo la diagonal hacia el centro, se perfiló y sacó un potente zurdazo que superó el lance de González. 1-0, La Máquina ya estaba arriba.
El gol le inyectó confianza al conjunto de Jémez y abrió el partido por completo, haciéndolo vertical, sin tanta elaboración como en el primer tiempo, un intercambio puro de golpes.
El líder era un animal herido, en busca de venganza y muy peligroso con su tridente ofensivo, pero Cruz Azul estaba fortalecido en su amor propio, jugando con precisión en sector defensivo y muy desequilibrante al momento de atacar.
Mohamed tiró de la banca y metió a Jorge Benítez y Jesús Molina. El Conejo, con pasado cementero reciente, estuvo apunto de hacerle la maldad a su ex equipo, pero ahí estaba Chuy Corona para agigantarse y convertirse en la figura del partido. Primero desarmó a Benítez, luego se tendió para tapar el disparo de Edgar Castillo, luego otro tiro que venía por sector derecho y, por último, otra vez se revolvió en el fondo en un nuevo envío del Gringo para evitar la caída de su portería. Tres atajadas en un minuto. Monumental lo del portero celeste.
Pero no paró ahí, a los pocos instantes Chuy de nuevo dio muestras de su mejor versión sacando una pelota casi del ángulo en un disparo de Funes Mori.
EL LÍDER NO PERDONA
El líder Monterrey estaba encima y si no había podido empatar el juego era por la soberbia actuación de Corona, pero parecía cuestión de tiempo. A La Máquina le faltaba la pelota, la principal herramienta para que funcione el sistema de Jémez, además Rayados era más punzante.
Y justo al 82' el puntero de la clasificación ya no perdonó. Avilés logró puntear ante la salida de Corona, con todo y la marca de la zaga cruzazulina. 1-1 un balde de agua helada al intento desesperado de aguantar el marcador.
Después el tiempo se diluyó. Lo que hubiera sido un triunfo muy dulce y gratificante, terminó como un empate aceptable, que deja la clara enseñanza de que Cruz Azul aún debe trabajar mucho para igualarse a este Monterrey tan sólido y poderoso, no en vano es el líder de torneo.
Pero La Máquina no parece la misma de torneos anteriores, genera cierto optimismo que invita a pensar que va por el camino indicado.