Santos Laguna tenía la obligación de ganarle en casa al Puebla este domingo, pero demostró que sigue siendo ese mismo equipo que no juega bien al futbol, que tiene muchas deficiencias y que no sabe resolver ni en su propia cancha. Al final, un empate sin goles que de nada le sirve.
El partido
Santos Laguna arrancó impreciso, cierto nerviosismo visible, lo que aprovechó Puebla para generar dos llegadas en los primeros seis minutos de acción con Cavallini y en ambas le atajó Acevedo, quien un año después de su debut volvió a aparecer en Primera, ahora por la lesión de Jonathan Orozco, quien presenta una lesión muscular grado uno en el cuádriceps derecho.
A los 12 minutos, otro error de la defensa permitió a Cavallini robar la pelota y dentro del área sacó disparo que una vez más rechazo el arquero de los albiverdes.
Los Camoteros replegaron para cerrar los espacios, dejaron a los laguneros llegar al medio campo y una vez ahí llegaban las complicaciones, no había recursos para llegar con claridad a la meta de Villaseñor.
Los de La Franja jugaron al error del rival, ya fuera en la salida o en media cancha, pero cuando tuvo la pelota tampoco fue desequilibrante, aunque estaba terminando las jugadas.
Al 33', Escoboza metió un balón al área que remató Brayan Angulo con la cabeza, el esférico pasó rozando el travesaño. La primera llegada de peligro santista llegó al 38', un intento de Djaniny de zurda, pero Hugo Rodríguez estorbó y luego hizo lo mismo a Ronaldo Cisneros.
Fue la única para Santos en toda la primera mitad. En la segunda mitad Santos trató de tomar la iniciativa, al 48' Djaniny saco disparo que desvió un zaguero, la pelota salió elevada, eso obligó al arquero a manotear por encima del larguero.
Inmediatamente regresó la imprecisión a cuadro lagunero y la gente se desesperaba en la tribuna ante el pobre espectáculo que ofrecían ambas escuadras. Siboldi hizo su primer cambio al 60', metió a Sandoval y sacó a Cisneros, con eso Tavares se movió al centro.
Al 65' Djaniny se tuvo confianza en los linderos del área, sacó disparo y el arquero a una mano salvó su meta.
Tres minutos después repitió, pero a las manos de Villaseñor. Santos se animó, entró Dávila por Tavares, hubo mayor movilidad y presencia en el área poblana, ya terminaban las jugadas.
El Puebla también modificó para responder a los ajustes del rival, pero siguió sufriendo y de no ser por la falta de puntería de Santos el marcador permanecía intacto.
El empate de nada servía a los equipos, así que buscaron en los últimos instantes el gol que les diera vida en momentos agónicos del encuentro, sólo un par de intentos que le pusieron algo de emoción al cierre, pero no pudieron meterla y eso les dio un desabrido empate que fue abucheado por los aficionados.
Son siete sin ganar para Santos y en casa no saben lo que es ganar.
rcm