Empatar contra Tigres nunca es malo. Menos cuando el Atlas jugó más de 60 minutos con un jugador menos. El empate parece no tan malo, pero pese a tener un jugador más los Zorros lo intentaron más, ya que el rival pareció conformarse con la unidad que los mantiene como segundos de la general.
La Academia posterga su pasaporte a la Liguilla y llega al Clásico Tapatío con la necesidad imperiosa de ganar para alcanzar la siguiente ronda. Tigres cuando acelera puede hacer mucho daño, pero en la noche tapatía salieron sin ganas o con poca gasolina. Al final, Ustari se rompe y sale entre lágrimas.
Atlas 1, Tigres 1.
Al minuto de juego ya se había ahogado el grito de gol. Centro medido y Arreola remató con comodidad, sin marca, pero a las manos de Nahuel.
Al 11´ Brayan Garnica se quitó con una gran finta se quitó a Juninho y después se la picó a Nahuel y éste voló para la salvada de la noche, un vuelo espectacular del portero felino quien evitó el gol.
Tigres respondió pronto con un centro medido al francés, pero Gignac remató cruzado y sin marca la mandó por un costado. Se percibía el gol.
La polémica del primer tiempo se dio con una jugada en el medio campo, Morrison le entró fuerte a Juninho y el silbante marcó falta y roja para el inglés, quien venía teniendo un partido interesante en favor de la rojinegra, pero se fue a bañar temprano.
Con un hombre más en la cancha llegó el gol de los norteños. Luis Rodríguez es un lateral que sabe incorporarse bien al ataque y llegando desde la segunda línea abrió el marcador venciendo a Óscar Ustari. El ex jugador de Rayados le daba la ventaja momentánea a los Tigres.
Pero no le duró mucho el gusto a los norteños porque pronto se igualó el pleito. Una falta dentro del área sobre Tabó y Milton Caraglio definió con potencia para vencer a Nahuel y así igualar el marcador en el Jalisco.
El primer lapso se fue con dos goles y la sensación de que Atlas, pese a tener un hombre menos, le podía sacar un susto a la Autónoma de Nuevo León.
Para el complemento el `Tuca´ mandó dos cambios netamente ofensivos, Damm y Sosa por Dueñas y Valencia, buscando el gol de la diferencia, pero no caía y el empate permanecía.
Pese a tener un hombre de más el conjunto atlista se veía más peligroso y de hecho Brayan Garnica se llevó las veces que quiso a Torres Nilo, fue una pesadilla para el lateral de los Felinos y jamás pudo contener los ataques de Garnica.
El segundo tiempo era una seguidilla de la misma acción, Garnica atacando por derecha y Aquino por esa misma banda abriendo el juego para los Tigres.
Los dos ganaban sus enfrentamientos individuales, pero no encontraban un socio para darle amplitud a sus jugadas. Tanto Tigres como Atlas intentaban, pero no la concretaban.
LAS LÁGRIMAS DE USTARI
Las lesiones no sueltan al Atlas. En un despeje de rutina el portero argentino sufrió una lesión, cuando se le atoró la pierna de apoyo. De inmediato se acercó Javier Aquino a auxiliar a Ustari, quien empezó a llorar y le pegaba al pasto. De inmediato se pidió el cambio y Ustari salió entre gritos de apoyo y con llanto en sus ojos. El dueño del arco rojinegro dejaba la cabaña y le dejaba su lugar a Miguel Fraga.
Ya en cuando se jugaba el minuto 94 Gignac se la bajó de cabeza a Vargas y el chileno disparó con fuerza y Erpen se barrió para evitar el gol. Atlas defendió con gallardía el punto y salieron vivos de la visita de los Tigres.
GPE