Cuando Hugo Pérez fungió como visor de la Selección de Estados Unidos y encargado del representativo sub-14, una persona se acercó para recomendarle a Jonathan González, quien en ese entonces tenía 13 años. El nacido en El Salvador y naturalizado norteamericano observó al ahora jugador del Monterrey, decidió darle seguimiento, lo llevó al combinado de las Barras y las Estrellas y posteriormente le dijo a los directivos norteamericanos que “era de los prospectos más prometedores para nuestras selecciones”, pero no lo valoraron.
En días pasados, la Federación Mexicana de Futbol habló con González para que dejara la camiseta estadunidense y se enfundará con la de El Tri, cosa que hará en el partido amistoso ante Bosnia y Herzegovina. Pero por el otro lado, en Estados Unidos no le tomaron importancia a pesar de que Hugo, en su momento, lo vio para ir al Mundial Sub-17 con “el nivel y capacidad para hacerlo”.
“Para mí no había ninguna duda que debía estar. Era un jugador diferente, una cualidad que siempre ha tenido es su disciplina táctica”, aseguró Pérez en entrevista con ESPN Digital y añadió que EU se equivocó en no convocarlo para el duelo amistoso de las Barras y las Estrellas contra Portugal. “Fue un error muy grande de parte de nosotros el no haberlo convocado. Pero que tenía cualidades para estar, la tiene”.
Desde muy temprana edad, Jonathan mostró madurez y aunque era un tipo callado fuera de la cancha, dentro de ella se transformaba al momento del pitido inicial y mostraba carácter. Hugo fue primero con San Jose Earthquakes para externarles el talento de González, pero como él vivía en Santa Rosa se le dificultaba el traslado, por lo que necesitaba de ayuda, cosa que el club de la MLS no quiso responsabilizarse.
Tras esto, el visor lo llevó al programa Sueño Alianza, donde 13 equipos de la Liga MX le ofrecieron unirse a sus filas. Allí fue donde eligió a Monterrey. En la escuadra con la cuarta nómina más cara del balompié nacional se ganó un puesto como titular en el Clausura 2017 cuando tuvo enfrente a jugadores de experiencia como Jesús Zavala y Jesús Molina.
Ahora, Jonathan vestirá la playera del combinado mexicano y algo similar le pasó a Hugo en su trayectoria futbolística. En el Mundial de 1982, El Salvador clasificó al Mundial, Pérez pidió una oportunidad y no se la dieron, por lo que tomó la decisión de naturalizarse estadunidense y defender esa casaca.
“El sueño de él (Jonathan) era jugar con Estados Unidos una Copa del Mundo, yo creo que eso no ha cambiado mucho. Simplemente cuando no te valoran lo que tu posees o tienes, alguien te da la oportunidad. Cuando no te dan el valor, obviamente si te dan la oportunidad y te trata mejor, te hace sentir una persona importante, es más fácil tomar una decisión”, concluyó Hugo Pérez.