David Patiño es un personaje atípico dentro del futbol mexicano. El entrenador de Pumas tiene dentro y fuera de la cancha, un espíritu de docente, escucha, explica y hasta alienta casi sobre cualquier tema; este ejercicio lo repite con aficionados que se le acercan para darle su punto de vista del equipo, con la prensa que le cuestiona sus estrategias durante las conferencias y sobre todo, con la plantilla felina, a la que muy pronto le ha impregnado esa labor de sacrificio, la enjundia por irse al frente y de entender la historia de los colores que defienden.
Atrás ya quedó el estrepitoso año 2017, en el que Pumas registró varias frustraciones, sumando mas decepciones que buenos resultados y en gran parte, esto debe a la labor minuciosa de David Patiño: "Es un tipo institucional, que conoce la esencia del club y eso nos ha impregnando", dijo apenas Pablo Barrera, el capitán de su oncena. Y sí, la labor no ha concluido, al contrario, apenas comienza para los del Pedregal, que en el Clausura 2018 esperan mantener la inercia que hoy los tiene peleando por los primeros planos del certamen. El camino parece conocerlo el hombre que está frente al primer equipo.
Sus días son exhaustivos, llega desde muy temprano a Cantera para preparar el entrenamiento en turno, para la retroalimentación con su cuerpo técnico; está el pendiente de cualquier detalle de su plantilla, así como del rival siguiente: "Trato de desayunar con mis jugadores, de tener mucha comunicación con mi directiva, de estar cerca. Después de la práctica, casi siempre me quedo a platicar con varios de mis futbolistas, vemos el video del propio entrenamiento y cuando todo esto termina, ya cuando es algo tarde, podemos irnos a comer, pero ya más tranquilo", asegura para La Afición.
¿Cómo vives el día a día con Pumas?
Estar aquí, venir todos los días y dirigir al equipo que amo y tratar de devolverle un poco de lo mucho que me ha dado, es una satisfacción increíble. Me siento honrado, con una gran responsabilidad, con un apoyo total de parte de todos y eso, sin duda, hace que mi compromiso sea total; pretendo establecer mi liderazgo con base a la comunicación, a los estímulos emocionales, ponderando el trabajo individual de todos.
¿Cuál ha sido la fórmula para recuperar al equipo?
No hay fórmula, es simplemente trabajo, intensidad, competir en cada entrenamiento, comprometer a los chavos. Los jugadores han captado a la perfección la idea que queremos implementar. Las metas están bien fijas, pero antes que nada vamos partido a partido, tratando de conquistar puntos, de sumar la máxima cantidad de unidades posible. Trabajamos muy duro para que el éxito posterior sea consecuencia de todo por lo que pasamos. Pensamos en grande, pero con los pies en la tierra, sin volar más allá de lo que ahora tenemos.
De seguir así, el equipo avanzaría a la Liguilla...
Sí, lo tenemos claro, queremos que así sea, pero se tienen que jugar los partidos; hay que pensar positivo, pero queremos estar ahí, vamos a intentar llegar y ganar todos los juegos posibles.
Antes de cualquier cosa estará Chivas, ¿Cómo enfrentarlo?
El triunfo en la Copa (ante Lobos BUAP) nos devolvió la confianza, luego de dos derrotas que nos desubicaron un poco y ahora toca, en casa, medirse a un rival de mucho prestigio, a un buen equipo, que tiene ya desarrollada una identidad, al que conoce su entrenador. Tenemos que conseguir un resultado favorable, tratar de ganar en casa y recuperar el ritmo que traíamos en Liga.