09/05/2024

América golea a Tauro en la Concachampions

Martes 06 de Marzo del 2018

América golea a Tauro en la Concachampions

El conjunto de América se impuso 4-0 al Tauro en los Cuartos de Final de la Concachampions

El conjunto de América se impuso 4-0 al Tauro en los Cuartos de Final de la Concachampions

América necesitó de sus mejores hombres para resolver el partido contra el Tauro, un equipo que se desfondó en el final del encuentro y que no mostró muchos argumentos. Capituló en los minutos finales ante unas Águilas que se llevaron un 4-0 que los pone muy cerca de las semifinales de la Concachampions, gracias a que los recambios le cambiaron el rostro errático que tuvieron por más de una hora.

Lo mejor para América fue el resultado, porque su juego, gran parte del partido, no alcanzó notas altas, estuvo lejos de ellas, no mostró la misma vehemencia que tuvo en el juego de ida contra Saprissa en la ronda anterior, el equipo del Piojo Herrera fue parsimonioso, nada eléctrico y demasiado errático en la última zona.

De poco le valió tanto tiempo tener la pelota, cuando en ataque se le apagaba la luz, con jugadores que no lograron ese tono de vértigo por las bandas y que abusaron de los pases sin sentido, futbolistas como Darwin Quintero y Andrés Ibargüen que no fueron puntillosos, mucha finta, pero ni un solo desborde efectivo.

Y es que nada salió fuera del guion que se esperaba, con América asumiendo el mando del partido, pero sin ser un cuadro voraz, más bien con una marcha lenta y a la espera de encontrar opciones, pero lo que encontró fue mucho tráfico en el centro del campo, porque Tauro juntó mucha gente en la medular, aunado a que el cuadro del Piojo tampoco hacía mucho para desatascar esa zona.

El partido reclamaba que los jugadores por las bandas (Quintero e Ibargüen) fueran los que rompieran el tedio, que llevaran la pelota y le dieran sentido al juego ofensivo de los azulcrema, pero los dos colombianos carecían de lucidez. Bien plantados los panameños, cerraron los espacios y buscaron en algún momento tener alguna jugada, fueron los primeros en chutar a gol con un par de tiros de media distancia que fueron bien contenidos por Agustín Marchesín.

América era inoperante, no encontraba líneas de pase ni se esforzaba mucho en buscarlas, carecían de un faro que los iluminara, iban más a trompicones que con un juego sistematizado al que se le viera un sentido claro. Aun así encontró el gol en una acción bien capitalizada, Joe Corona cazó un rechace en un tiro de esquina, el mediocampista prendió el balón con la pierna izquierda, la pelota salió directa al ángulo y dejó sin opciones al portero Óscar McFarlane.

Pero el gol tampoco agitó al América ni desmoronó a los panameños, lo preocupante fue más lo primero, porque las Águilas fueron incapaces de aferrarse a ese momento para mostrar más decisión e irse en busca de aumentar el marcador, siguieron con la misma inercia, con la misma ineficacia en la última zona, con la misma carencia de vértigo, sin profundidad por las bandas y muy predecibles en cada pelota que iba al área.

Darwin no percutía por derecha e Ibargüen se extraviaba en la izquierda. Martín muy solo en el eje de ataque, apenas y pudo palpar el balón. El semblante de Miguel Herrera avisaba que tampoco estaba a gusto con las evoluciones de su equipo por más que estuviera con la ventaja en el marcador.

La jugada más emocionante llegó en el tiempo de compensación y la protagonizó América, pero en su propio arco, en una salida de trámite, Agustín Marchesín salió de su área, tocó mal la pelota y ésta le cayó a un futbolista panameño, Marcos Sánchez la golpeó buscando clarear al portero, quien regresó a máxima velocidad, sobre la raya se tiró y alcanzó a conectar el balón con la mano izquierda, el cuero dio en el palo y salió, el árbitro estadunidense y su abanderado Ian Anderson decrataron que no había rebasado la línea de gol. Se salvaron las Águilas de un gol bochornoso.

El Piojo no movió su equipo, volvió a depositar la fe en los mismos jugadores, cuando el partido pedía a gritos futbolistas que cambiaran las revoluciones en el campo de juego, que le dieran más determinación a las Águilas, porque a los panameños el escenario no les incomodaba, tenían el encuentro en un punto en el que seguían con vida.

Pero Herrera no pudo más, agitó el banquillo y también el sistema, sacó a Vargas y Quintero y mandó a Mateus Uribe y Oribe Peralta. En apariencia, más lucidez en el centro del campo y más punch en ataque. Mejoró un poco rostro de los azulcrema, pero seguían sin conectar en el eje de ataque.

Acariciaron el segundo al 64' en un tiro de esquina que cabeceó Guido Rodríguez, el argentino ganó la posición y picó la pelota, pero al bola salió justo al sitio del portero McFarlane, que se quedó con ella y no dio rebote. Empezaba a entrar un poco la ansiedad en el cuerpo de los americanistas, porque en el plano ideal se pensaba que a esta hora se podría tener una ventaja cómoda, y la realidad era bien distinta.

Para remediar esta situación, Miguel echó mano de Cecilio Domínguez, con ello, pegó a la banda izquierda a Ibargüen y por fin el colombiano ganó un duelo individual, levantó un centro que Martín cabeceó en el área y marcó un gol que dio un poco más de alivio a los azulcrema.

Quedaba tiempo para buscar un margen más amplio, para no pasar momentos de apuro en el juego de vuelta, apretaron los americanistas en ese plan y armaron una buena jugada en la que Cecilio habiló a Ibargüen, pero el colombiano la puso en el travesaño.

Pero fue el paraguayo el que le dio más claridad a las Águilas, cuando logró el tercero, recibió en el área y sacó un tiro con la pierna derecha que dejó sin opciones al portero panameño. Un gol que golpeó en la moral de los visitantes, que se terminaron por descomponer y luego encajaron el cuarto obra de Ibargüen, quien aprovechó un buen pase de Martín.

Acabó con una sonrisa América, pero lo pasó mal, no porque el Tauro le haya exigido mucho, sino porque la segunda línea dejó claro que no está al mismo nivel que la primera, cuando entraron los jugadores titulares en ataque la situación cambió de manera radical. El pase a semifinales está encarrilado, ahora toca recuperar sensaciones en la Liga, el sábado ante León, en el mismo estadio Azteca.

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