Dirigir o jugar en Cruz Azul es una tarea complicada. No solo por defender la camiseta de un club gran de la Liga MX , también por la pesada mochila que lleva la institución desde hace 20 años, la última vez que campeonó.
Entonces, cada vez que el entrenador y los jugadores salen a la cancha -después de 1997- necesitan una fortaleza mental para soportar la reprobación de los hinchas cuando pierden una pelota, entregan un pase malo o, peor aún, no ganan un juego.
El plantel de Pedro Caixinha ha sido devorado por la presión. Los últimos resultados de Cruz Azul en este torneo de la Liga MX lo dicen: ocho partidos consecutivos sin obtener una victoria en el Clausura.
Antes que la crisis se agrave, planteó una solución rápida para que los futbolista de la primera plantilla puedan salir del hoyo y ponerse de pie para batallar hasta el final de la etapa regular: trabajar la parte mental.
Por ello, desde esta semana, previo aviso de Pedro Caixinha, Cruz Azul inició el trabajo de coaching mental. Bernardo Angulo es el profesional encargado de mejorar la confianza de los jugadores de La Noria.
De hecho, el entrenador portugués ya trabajó con Angulo cuando Santos Laguna logró el título del Clausura 2015. La idea del técnico es conseguir los mismos resultados para obtener la clasificación a la Liguillla.