GUADALAJARA -- GUADALAJARA.- Al término de la ceremonia religiosa en memoria de Jorge Vergara, su hijo Amaury leyó una carta, en la cual varias veces estuvo a punto de romper en llanto, aunque supo contenerse.
En ella, Amaury describe a su padre como un maestro y un ejemplo, además de recordar algunos pasajes de su camino en vida juntos, en la cual le agradeció las enseñanzas y la educación que recibió.
Estos son algunos de los fragmentos de dicha carta, en la cual agradeció en varias ocasiones a Rossana Lerdo de Tejada, viuda de Vergara, la cual no estuvo presente en el evento de este domingo.
Largas filas de aficionados de Chivas se preparan para ingresar al Estadio al último adiós de Jorge Vergara
— ESPN.com.mx (@ESPNmx) November 24, 2019
(Vía @josemagarrido) pic.twitter.com/MFqnvW5PH6
"Tú (Jorger Vergara) que me enseñaste que tenerle miedo a la muerte era un error en cualquier momento y sin saber salía un tiburón por la coladera, tú me decías que el miedo no sirve para nada".
"Quiero que todo mundo sepa el padre que fuiste, lo que es verdaderamente un maestro de apoyo y de luz, espero que esto que cuento sea un ejemplo de vida y siga inspirando a muchos a ser mejores personas y por consecuencia tengamos un mundo mejor, faltan muchas mas personas como tú en este planeta".
"Nunca me educaste con miedo, nunca me pegaste ni me hiciste sentir menos, siempre me diste explicaciones. Tus lecciones eran cortas y contundentes pero llenas de sabiduría, la cual no he conocido en nadie más".
"Aunque tú y mi mamá se separaron cuando estábamos muy chicos, jamás hablaste mal de ella y siempre se trataron con respeto. Nos trataste a mí y a cada uno de mis hermanos por igual y siempre nos regalaste una parte especial de ti. Honestamente, aún sigo sin comprender cómo le hacías para atender al mismo tiempo a miles de personas todos los días y eres un fuera de serie. Estar contigo era saber que todo era posible".
"Gracias a ti estoy seguro de que todo es posible en esta vida, sé que hacer el bien estará siempre por encima de hacer el mal. El que obra mal, se le pudre el tamal. Cuidar a la gente es una vocación hermosa y aplicaste a la perfección cada una de tus frases: un día sí y el otro también. Trabajaste hasta el último día como lo prometiste y eso también lo tienen que saber todos".