26/04/2024

DesVARíos arbitrales cobijan triunfo del América

Miercoles 05 de Febrero del 2020

DesVARíos arbitrales cobijan triunfo del América

El América fue a Puebla a dar, junto con La Franja, un buen espectáculo en el campo, pero la mala interpretación de las imágenes de quienes manejan el VAR opacarob el triunfo de los de Coapa.

El América fue a Puebla a dar, junto con La Franja, un buen espectáculo en el campo, pero la mala interpretación de las imágenes de quienes manejan el VAR opacarob el triunfo de los de Coapa.

LOS ANGELES -- Un balón que Guillermo Ochoa, aparentemente, salva en la raya. Una plancha de Emanuel Aguilera que, aparentemente, no llevaba suficiente saña.

El VAR indultó al América, pero éste no indultó al Puebla y lo venció 0-1.

El árbitro Eduardo Galván encarnó a Poncio Pilatos. Se lavó las manos y ensució a sus asistentes, a veces asistontos, del VAR. Marcó bajo su criterio y dejó la decisión final al camioncito de las desgracias.

Juego intenso, agradable. Ritmo forzado por el América, pero que encontró a un Puebla dispuesto a ejercer el embrujo del #ÓdiameMás y a jugar su mejor partido en el imberbe torneo.

Esa tarjeta roja no asignada sobre Aguilera podría dimensionarse, casi, con la misma acción que le costó a Jorge Sánchez la expulsión ante Ciudad Juárez, pero, en el VAR, como lo cita Campoamor: “Y es que en el mundo traidor, nada hay verdad ni mentira: todo es según el color del cristal con que se mira”.

Y a un cabezazo dentro del área, Guillermo Ochoa hace una circense atajada sobre su derecha. El árbitro grazna gol, pero el VAR pone el festejo del Puebla en pausa. El suspenso en manos de miopes profesionales.

Las tomas se contradicen. Desde la derecha de Ochoa, parece que el balón no cruza la línea de gol; desde la izquierda, parece que el balón alcanza a rebasar la raya trágica. El VAR determina que no es gol y Galván obedece.

La victoria sólo se viste de injusticia por esos dos des-VAR-íos arbitrales. Por lo demás, América vistió de compromiso la noche poblana. Puso la rabia y la devoción y para bien del espectáculo, el adversario decidió repelarle al mismo nivel, especialmente en el primer tiempo, cuando llenó de soponcios el buche de Ochoa.

Convertido de nuevo en la figura de las Águilas, el regreso de Sebastián Córdova fue determinante. Organizó la salida del equipo y compareció en tres jugadas con posibilidad de gol, especialmente un balazo que estrelló en el travesaño.

Viconis fue la figura de la franja, con una sociedad irrompible con los postes y los largueros, especialmente tras una volea portentosa de Sebastián Córdova que pandeó el esqueleto del horizontal.

Y más allá de la noche memorable del rescatista Viconis, sus compañeros entendían la magnífica oportunidad de vestirse con el lustre de la hazaña, para hacer gala de ella durante el resto del torneo, pese a las calamidades que hubiera.

Y en la jornada estoica de los poblanos, respondones, guerreros, dispuestos a la proeza, el gol del América cae en el único momento de descuido, de relajamiento, de resoplo para La Franja.

Minuto 80. Cobro con servicio frontal al área del Puebla. Bruno Valdez se vio sorprendido por el abandono en que lo dejó el cordón de seguridad del adversario y su remate, torcido y retorcido, incómodo, impreciso, fue lo suficientemente afortunado para sorprender abajo a la izquierda a Viconis.

El 0-1 desencadenó lo mejor del encuentro y América entonces sitió al Puebla. Viconis extremó sus habilidades de atajador ante remates a quemarropa que reclamaban treparse al aparador del marcador.

América, con esta victoria cargada de toda la tragicomedia del VAR, se mete de nuevo a posiciones de Liguilla para recuperar la calma, hecha añicos el fin de semana pasado por Ciudad Juárez.

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