26/04/2024

Temperamento y altura, los grandes retos que tuvo que superar el 'Chucky' Lozano en Pachuca

Martes 14 de Abril del 2020

Temperamento y altura, los grandes retos que tuvo que superar el 'Chucky' Lozano en Pachuca

El primer entrenador de Hirving y Erick Gutiérrez recuerda los problemas que pasaron por ser de baja estatura.

El primer entrenador de Hirving y Erick Gutiérrez recuerda los problemas que pasaron por ser de baja estatura.

Hirving Lozano, actual jugador del Napoli, tuvo que superar varios obstáculos en su camino rumbo a la Primera División, una fue su temperamento dentro y fuera del terreno de juego y otra fue su altura, pues debido a que era bajo de estatura estuvo cerca de ser dado de baja junto con Erick Gutiérrez, su inseparable amigo, así lo recuerda Miguel Ángel Gómez Leyva, primer entrenador de ambos cuando llegaron a Pachuca, además de que fue él quien los salvó para que siguieran en los Tuzos.

“Estuvieron a punto de darlos de baja, no recuerdo bien el año, pero me parece que fue en el 2012. Los querían dar de baja porque no crecían, seguían siendo chaparritos, porque la talla que tienen ahorita la comenzaron a adquirir después de Sub-17”, declaró a ESPN Digital Gómez Leyva, quien actualmente es auxiliar de la Sub-20 de Querétaro.

“En ese tiempo traía la Sub-17, me enteré y fui a hablar con (Andrés) Fassi, le comenté que se les diera otra oportunidad, que los aguantaran seis meses porque traían un proceso desde la Olimpiada Juvenil, torneo de Japón, luego fuimos a la Milk Cup en Irlanda. Le comenté a Andrés que los aguantara, que ellos tenían mucha calidad, entonces ahí les dieron un respiro de seis meses más y afortunadamente empezaron a crecer”.

Gómez Leyva recuerda que Lozano se ganó el apodo de ‘Chucky’ por las travesuras que les hacía a sus compañeros durante la concentración en la Olimpiada Juvenil, sin embargo, hubo otras bromas que le costaron la titularidad, pues era la forma de castigarlos ante las indisciplinas.

“Había una área donde provisionalmente se pusieron camas y ahí fue donde se le dio cabida a este equipo de futbol para la Olimpiada Juvenil, entonces ahí el ‘Chucky’ fue cuando empezó a ser sus travesuras, les apagaba la luz, se ponía playeras en la cara como tipo fantasma, los quería asustar y esa camada de jugadores fue la que le empezó a poner ‘Chucky’”.

“Alguna broma a un compañero durante la clase, el maestro lo reportó, no sé de repente aventarle una goma a la cabeza, quitarle el asiento cuando se iban a sentar y se iban hasta el suelo, ese tipo de bromas o de repente esconderle la mochila, esconderle el box lunch, así como él era, pues eran varios o luego se la hacían a él. Un par de veces hizo travesuras en la escuela y en automático lo tenía que castigar y lo sacaba del equipo, pero obviamente lo sacaba medio tiempo, porque si el equipo no andaba conectado, pues entraba a hacer sus diabluras”.

Dentro de la cancha el ‘Chucky’ aprendió a que al ser un jugador habilidoso iba a recibir muchas faltas de sus contrincantes, situación que le desesperaba y terminaba por patearlos, pero que logró cambiarlo, pues se acostumbró a retar a sus marcadores, mismos que se frustraban y salían expulsados.

“Él medía 1.60 y se enfrentaba a chavos que medían 1.65, 1.67, pero él fue aprendiendo en esa parte, que tenía que eludir, tenía que evitar que lo patearan tocando la pelota más rápido o tirándola larga al espacio abierto, lo fue entendiendo, pero al final el ADN no lo puede perder, su agresividad, esa explosividad que tiene le sigue aflorando de repente”.

“Se hizo hasta retador, provocador, les iba y les decía, perdón por la expresión, ‘eres muy pend…’, ‘te voy a hacer un túnel’, ‘te voy a hacer un gol’, los provocaba, pero en muchos partidos llegó a dejar en superioridad numérica al equipo porque hacía que expulsaran a su marcador y profesionalmente era más constante, de retar al rival”.

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