LOS ÁNGELES — Miguel Herrera no puede despojarse del plumaje. 277 partidos dirigiendo al América en dos etapas, debe traerlos metidos en la piel. Y este sábado, dirigiendo a Tigres, la historia debe punzarle en los sentidos y los sentimientos.
En ambos cursos como entrenador de El Nido, Miguel Herrera sumó 142 victorias y rebasó la cifra histórica de 133 que tenía José Antonio Roca. El Piojo ganó dos títulos de Liga con América, para agregarle esas sensaciones que danzan en su memoria.
Este sábado será su segunda oportunidad de enfrentar a las Águilas, como entrenador de Tigres. En octubre pasado, sucumbió ante el equipo dirigido entonces por Santiago Solari, por 1-0 con la autoría de Henry Martín.
Hoy el escenario es más bullicioso. América llega con cinco victorias al hilo, de la mano del interino Fernando Ortiz, y con la posibilidad de asegurar el boleto en el Repechaje, pero, incluso, si titubean Monterrey, Cruz Azul y Atlas, podría aspirar a ese cuarto escaño en la zona VIP de la Liguilla.
Pero, para ello, el contingente de Coapa debe vencer este sábado a Tigres y después a Cruz Azul. No parece tarea fácil, pero tampoco imposible.
Tigres, en cambio, llega herido por la derrota ante Necaxa. Un 2-0 apadrinado por el arbitraje y el VAR, que llevó a otra reacción colérica de Miguel Herrera, desafiando incluso a la Comisión Disciplinaria a que lo castigue, lo que al final, ocurrió.
Aquella derrota del Apertura 2021, dejo huella en Herrera. Más profunda la hizo, el hecho de que en el momento de presentar a Tigres, el sonido local del Estadio Azteca cometió la pifia de citar como entrenador de los felinos a Guillermo Almada, por entonces, estratega de Santos. Un par de días después de ese dislate, que habría parecido provocado y provocador, Herrera, a manera de consuelo, dijo a Fox que “el que haya hecho esa tontería, que la pague”, promoviendo el castigo para el autor de la omisión de su nombre en el listado.
Pero, la cita de este sábado es en El Volcán, que en verdad ha pasado a ser su “Volcán”. Miguel Herrera ha solicitado reiteradamente un apoyo pleno de la tribuna a su equipo. Y espera de esa misma afición un grado de algidez ante las Águilas.
De momento, la relación entre los Tigres del Piojo y sus seguidores, vive momentos dulces. El equipo es sublíder general, por momentos ha mostrado espléndido futbol, y es el equipo más despiadado del certamen con 29 goles, 15 de ellos, eficiencia de André Pierre Gignac. Ahí, también ha cumplido Miguel Herrera. Prometió “un chingo de goles” del francés, y es el líder general de la competencia, empatado con Germán Berterame, del San Luis.
Tigres busca además el liderato general, una tarea complicada. Con sus 32 puntos, está tres por debajo de Pachuca, el equipo que mejor juega al balompié en este torneo, pero que recibe a unos urgidos Rayados de Monterrey, y cierra ante los desesperados Pumas. Los Tuzos son favoritos, pero han mostrado mucho mejor futbol que sus adversarios.
Por otro lado, como aderezo extra para este juego, aparece Sebastián Córdova, jugador insignia del América, desde la época de Herrera, pero que fue echado de Coapa por la puerta de atrás, por decisión del mismo Indiecito Solari.
Considerado material de exportación y de selección nacional, Córdova ha visto bajar sus bonos en todos los escenarios. Ha vivido como reservista la mayor parte del Clausura 2022. Ante Toluca, asistió y marcó, pero ante Necaxa debió ser relevado, porque poco aportaba en la cancha. Con el Tri de Gerardo Martino, apenas regresó a la convocatoria, pero para un juego fuera de Fecha FIFA, ante Guatemala en Orlando, Florida.
Como sea, Córdova enriquece el morbo para este encuentro. Especialmente cuando en sus declaraciones del jueves, asegura que si logra marcarle a las Águilas, festejará.
“No, no soy tanto de festejar y si lo hago son normales, no es por echarle festejo al América por estar acá, si festejo es por la emoción del partido, nada que ver, ni por grillero o algo así, nada que ver”, dijo, aunque seguramente olvidó que ante Chivas, después de anotar, se quitó la camiseta americanista y la sostuvo extendida ante la tribuna rojiblanca. “Para que sepan quién manda”, explicaría después. Es decir, sí es de festejos no tan normales.
“Es bonito, recordar y volver a vivir momentos que tuve, grandes compañeros que tuve, será un gran partido, ojalá me toque jugarlo”, agregó Córdova.
Al final, sin embargo, el gran protagonista de este encuentro, será Miguel Herrera, un entrenador que no podrá soslayar sentimentalmente esos 277 juegos y esas 142 victorias como comandante de Coapa, ni tampoco esa rencilla que guarda, al reconocer que “no me gustó la forma en que me sacaron del equipo”, después de un zafarrancho, y tras perder la Semifinal de la Concachampions ante el LAFC de Carlos Vela.