LOS ÁNGELES -- Ya hay dos Semifinalistas. Uno, hijo de la eficiencia, Pachuca; el otro, padre de la polémica, claro, el América. Ojo: los dos con el merecimiento inobjetable, impecable e implacable de la superioridad en la cancha.
Y mientras América hace oficial el nombramiento de Fernando Ortiz como su técnico para el próximo torneo, según TUDN, espera junto con los Tuzos, al rival en Semifinales, que saldrá este domingo de los desenlaces entre Chivas y Atlas, y Tigres y Cruz Azul.
Por otro lado, las Águilas no saben, no quieren, no pueden y no deben vivir de otra manera. A su vida le urge el escándalo y le escalda el aburrimiento. Sembrar vientos y cosechar tormentas es un pasatiempo para que sus detractores derramen bilis y agraven su cirrosis.
1.- ¿Debió ser roja para Alejandro Zendejas? Sin duda, de acuerdo con el criterio arbitral que imperó en el torneo regular, pero, ¡no!, de acuerdo con el criterio ordenado a los silbantes en la Liguilla. “No arruinen el espectáculo”, les espetaron. Recuérdese, Luis Fuentes sufrió una falta similar en el Juego de Ida, y no hubo roja.
2.- ¿Debió repetirse el pénalti? El VAR dijo que sí y Fernando Guerrero cantó lo mismo. Antony Silva da un paso al frente y el pie izquierdo pierde contacto con la línea al momento del disparo. Los diferentes videos confunden. En uno, queda claro que la acción del arquero es ilícita, y en otro, es legítima la atajada. La realidad es que la falta fue mal cobrada por Diego Valdés la primera vez e impecable en la repetición.
Claro, las redes sociales estallaron. Una colisión entre dos coaliciones. Un choque inocuo pero despiadado entre el americanismo y las aficiones de los otros 17 equipos. Matar y morir a tuitazos. Robo arbitral era el delito.
Hay un detalle a tomar en cuenta. América había hecho lo suyo el mismísimo jueves pasado, un día después de haberse sentido asaltado por el arbitraje en el Juego de Ida ante Puebla. Envió su lamento epistolar a la Liga MX y a la Comisión Disciplinaria, contra el silbante Luis Enrique Santander, acusándolo de no marcar una falta sobre Federico Viñas que implicaba tarjeta roja y pénalti, además de esa plancha sobre Fuentes.
Mañas, pues. El Nido de Coapa sabía que con ese reclamo no iba a cambiar el resultado, ni a sanar la herida de seis puntos de sutura de Viñas. Pero, sabía, que mandaba un mensaje descarado para intimidar al cuerpo arbitral de este sábado. ¿Funcionó?
1.- Recuerde Usted: el 14 de febrero pasado, Alan Cervantes, de Santos, le asestó un codazo brutal a Álvaro Fidalgo. No hubo tarjeta roja. ¿El árbitro? Sí, el mismísimo Santander. Santiago Baños envió el 15 de febrero una airada carta de protesta a la Comisión Disciplinaria, a la Liga MX, a la Comisión de Arbitraje y a los Boy Scouts de Coapa.
2.- Pero, ¿qué pasó al siguiente juego después de esta protesta lacrimógena de Baños? El VAR y ¡Jorge Pérez Durán!, expulsan a Jorge Padilla de Mazatlán por falta sobre Salvador Reyes, pero le niegan un pénalti al América en esa misma acción. De haber concedido la pena máxima, América habría empatado, pues sucumbió 2-1 en el Kraken.
Hechos, pues, que lejos de aplacar, amamantan la controversia. Y, ya se sabe, eso, al América, lejos de incomodarle o quitarle el sueño, le ayuda a reposar con una enorme sonrisa. Al #ÓdiameMás sólo lo arrulla ser el ojo del huracán, de otra manera sufre de insomnio.
Por lo demás, este sábado en el Estadio Azteca, América fue superior a Puebla. Hizo el mejor futbol y tuvo mayor intensidad en la cancha. Fue más inteligente que la necia y antediluviana estrategia de la marcación personal a la que recurrió Nicolás Larcamón. Le hizo tres a La Franja, pero pudieron ser más. 3-2, y un global de 4-3.
Los dos goles poblanos fueron patrocinados por errores defensivos de las Águilas, en especial, el primero, en el que se pierde en su propia área Guillermo Ochoa en un balón aéreo, aunque luego termina con un par de atajadas espectaculares.
Por otro lado, luego de un primer tiempo de bostezos y decepción, Pachuca y San Luis ofrecieron otra gratísima exhibición en la segunda mitad. 3-2, también, para un 5-4 en el global.
También, merecida la victoria para Pachuca. San Luis era el obligado y especuló hasta que recibió el primer gol. Después, se vendría una jornada de alaridos. Tanto, que al minuto 93, Abel Hernández igualó 2-2 para los potosinos, y Nicolás Ibáñez firmaría el 3-2 al ’96.
Recuérdese que Pachuca ha hecho el futbol más generoso del torneo, aunque esa obsesión le genera desorden, espacios que a punto estuvo de capitalizar San Luis. Pero, queda claro, Guillermo Almada no va a cambiar.
Así, a la espera de grandes batallas entre Atlas y Chivas, y que Tigres termine de liquidar a Cruz Azul, hay expectación y expectativas, morbosas, claro, por las nuevas triquiñuelas y barbaridades que preparen árbitros y VAR. No crea, siempre serán capaces de sorprendernos.