Atlas está en esa curva descendente que es normal y entendible en cualquier disciplina deportiva, sea individual o por equipo.
Dicen que: “Entre más arriba estés, más dura será la caída al final” y, si trasladamos la frase al futbol mexicano, el zapato o tacón le termina calzando aún mejor que a la Cenicienta.
Setenta años sin ser campeón son una eternidad para el aficionado a cualquier deporte. Atlas en 12 meses ganó dos veces el título para confirmar lo caprichosa que puede ser la vida en cualquier ámbito.
Todavía con confeti en la cabeza y la corbata aflojada, la resaca que está teniendo el equipo, se ha prolongado tanto, que sus opciones de defender las coronas este torneo son cada vez menores.
Hay miradas que pueden desnudar el alma, también los números dejan encuerado a cualquier club. Conseguir solo 10 puntos de los 39 disputados hasta el momento (producto de dos triunfos, cuatro empates y siete derrotas) tienen al bicampeón en el lugar 16 de 18 en total.
Ahora bien, si nos trasladamos a la cancha, Atlas ha perdido la solidez defensiva de los dos semestres anteriores. En el Apertura 2021 recibió solo 10 goles, en el Clausura 2022 solo 15.
En el actual, al que todavía le quedan cuatro jornadas, ya recibió 21. Por lesión, tanto Aguilera como Santamaría se han perdido varios partidos dejando a Nervo destapado y con frío en la defensa central.
Otro bastión importante como Aldo Rocha, no juega de la jornada 6 y el mediocampo sin el pierde mucho en recuperación de balón e incluso salida desde el fondo.
Incluso don Quijote sin Sancho Panza no era lo mismo. Quiñones sin su secuaz Furch lesionado, pierde mucho en la ofensiva rojinegra. Ni Flores ni Ocejo como refuerzos han podido pasar de ser actores de reparto a protagonistas de la trama. Nada es lineal en la vida, en el futbol menos. Después de subir, solo puedes bajar y el Atlas está en esa curva descendente que es normal y entendible en cualquier disciplina deportiva, sea individual o por equipo.
Si no que le pregunten a los otros dos bicampeones en torneos cortos: Pumas y León. Universidad en el Clausura 2005 fue antepenúltimo con 14 puntos, León en el Apertura 2014 número 10 con 22 unidades.
Después de mantener la tensión competitiva a tope durante 12 meses, al siguiente torneo los tres bicampeones tuvieron un bajón de rendimiento considerable, cada uno con sus particularidades y víctima de la inmediatez de los campeonatos exprés en México.
Para este Apertura 2022, Íñigo Riestra dejó la Comisión de Arbitraje de la liga para evitar suspicacias y pensamientos sucios de todos los sectores por ser hermano de José Riestra, presidente del Atlas.
Viendo como les fue mientras estuvo en el puesto y ahora que no está, que cada quien saque sus conclusiones, no sea usted malpensado con aquello de los conflictos de intereses.
Si la noble afición del Atlas aguantó 70 años de ayuno, que no tolere un semestre mediocre después de un año de gloria, me parecería gula en toda regla. Quedan 12 puntos y está a tres del repechaje, todo puede pasar, hasta lo normal.