Después de la goleada al Liverpool (4-1) en Liga de Campeones, el Napoli rescató en los minutos finales la victoria en casa (1-0) ante el Spezia, contra el que se atascó pese a ser superior y al que no pudo desarmar hasta el final para llevarse los tres puntos en esta sexta jornada de la Serie A y mantenerse en los puestos nobles de la tabla.
Estadio Diego Armando Maradona, el mismo escenario que el pasado miércoles. Versión ofensiva radicalmente diferente. Si contra los Reds los de Spalletti fueron un puñal sin piedad, este sábado no pudieron contra un bien organizado, pero muy inferior, Spezia, que apenas puso en apuros la portería defendida por Meret. Emergió la cara B del Napoli.
Los ánimos en la ciudad sureña estaban por las nubes tras la histórica noche europea, pero rápidamente bajaron. Ni si quiera Kvaratskhelia, la sensación napolitana, pudo ser diferencial para decantar la balanza.
El Napoli dominó desde el inicio, fue muy superior. Presionó bien, organizado y con sentido para desarbolar la pobre salida de balón de un Spezia que se dedicó a aguantar como buenamente puso las tentativas partenopeas.
Todo el acierto ofensivo en Liga de Campeones desapareció. Kvara y Elmas lideraron la ofensiva, encarando sin complejos, con verticalidad, con decisión. Pero siempre había una pierna, un mal rebote, una decisión precipitada que echaba por la borda la acción.
Spalletti vio cómo el partido no iba bien encaminado y nada más comenzar el segundo acto movió el banquillo en el centro del campo para colocar jugadores más verticales como Lobotka y Zielinski en lugar de Anguissa y Ndombele. El plan funcionó, el Napoli empezó a llegar con más facilidad al área de un desgastado Spezia, pero de nuevo sin acierto.
El Cholito y el Chuky Lozano saltaron al verde para cargar el área. El internacional mexicano, de hecho, ejemplificó a la perfección lo que fue la tarde del Nápoles con un error impropio de él cuando tras una salida en falso del meta rival falló a puerta vacía. No era la tarde del Napoli, nada le salía.
Pero este Napoli, que ha sorprendido con su arranque de temporada, se caracteriza por no tirar la toalla. Insistir fue la clave. Las ocasiones se sucedieron sin parar y al final el gol se dejó ver en una tarde complicada. Raspadori se encargó de destensar a la afición partenopea con un gol en el 88 desde la frontal del área, después de un fallo de marca del Spezia que le dejó solo.
La tensión que desapareció de la grada no lo hizo del banquillo local, con un Spalletti muy activo que acabó expulsado tras una breve discusión con el banquillo rival.
El Napoli sigue en la senda de la victoria. Decidió Raspadori en el complicado partido y salvó los muebles. Una derrota del Atalanta le deja líder.
AGB