El Club América está a punto de cumplir cuatro años desde su último título de Liga. Fue en el Apertura 2018 cuando las Águilas alcanzaron su 13° campeonato, un año después se les escurrió la añorada 14, cuando perdieron el título ante Rayados de Monterrey, una serie que dejó amargura en el cuadro de Coapa por las circunstancias arbitrales que se presentaron.
Tres años lleva América sin instalarse en la final, viendo como los cuartos de final se habían convertido en una barrera inquebrantable, hasta el semestre pasado cuando el equipo llegó a las semifinales, y ahí apareció otro fantasma: los Tuzos del Pachuca.
Todo los detalles cuentan
Hace unas semanas, cuando el equipo aseguró el liderato del torneo se planeó lo que venía por delante, sin dejar de lado que se iría paso a paso en cada instancia de la Liguilla. Primero, se pensó en tener un amistoso en el que los jugadores que estuvieran sin alguna lesión tendrían actividad y a los que les faltara un poco de ritmo se les daría más minutos para tomar confianza. Se regalaron los boletos para tener una cohesión con la afición. Y se decidió que fuera en miércoles para tener una semana de descanso y controlar de buena manera las cargas de trabajo. Todo iba de maravilla hasta que la tormenta eléctrica canceló el juego.
El cuerpo técnico observó a detalle los partidos de repechaje para tener todos los detalles posibles de su posible rival, cuando se definió que su rival en cuartos (Puebla) jugó en domingo se tomó la decisión clave: jugar en miércoles y sábado. Sí, en el ambiente existía la idea de que América, por cuestiones de rating y de conveniencia con la televisora dueña del equipo jugaría en domingo para ligar el partido con su programa de entretenimiento, no fue así.
El club tuvo prioridad en esta ocasión, se pasó a jugar en miércoles la ida quitando un día de descanso a su rival, ¿por qué?, porque no se querían conceder ventajas, aunado a que el equipo ya estaba ansioso por ponerse en marcha en la Liguilla. Además, era lógico que La Franja tendría regenerativo el lunes, el martes un poco de futbol y miércoles de nuevo al campo. En esta ocasión se priorizó los intereses del club y no los del rating. El resultado, un contundente 1-6 en la vuelta que permitió la dosificación de las cargas.
Para las semifinales de nueva cuenta se decidió lo mismo. América jugaría en miércoles, porque el Toluca tuvo viaje de regreso por la noche del domingo, trabajo regenerativo el lunes y martes algo de táctico. En la Liguilla los periodos de descanso cuentan mucho y las Águilas los tienen más dosificados y aún no les ha tocado un desplazamiento largo. Fernando Ortiz y su cuerpo técnico han trabajado con un poco más de margen. Este miércoles en la cancha del Nemesio Diez se verá de nueva cuenta cuánto ha funcionado la estrategia de poner por encima del rating el deseo de lograr la 14.
DAO