Por muchos años, hablar del Autódromo Hermanos Rodríguez hacía rememorar a muchos con su icónica y peligrosa curva peraltada. Sello especial del circuito de la Ciudad Deportiva de Magdalena Mixhuca, esta curva, con 15 grados de inclinación, vivió mucha historia en la Fórmula 1, aunque en la actualidad no forma parte del trazado del Gran Premio de la Ciudad de México.
Su origen
Fue parte del diseño original del ingeniero Óscar Enrique Fernández Gómez Daza, quien lo hizo como parte de su proyecto de titulación y que agregó la peraltada como petición de los hermanos Ricardo y Pedro Rodríguez, quienes querían que los autos alcanzaran grandes velocidades.
Al igual que el circuito de Monza y su famosa curva Parabólica, el Autódromo Hermanos Rodríguez tuvo su curva peraltada, que recuerda a los óvalos que hay en seriales de Estados Unidos como NASCAR y algunas carreras de IndyCar. No fue sino hasta 1959 que la obra culminó.
La muerte de Ricardo Rodríguez
Pero esta curva se ganó su fama de maldita. El 1 de noviembre de 1962, el Gran Premio de México celebró su primera edición –una carrera de exhibición no puntuable para el campeonato mundial– y ese día se desarrollaron las primeras prácticas de la carrera.
Lo que nadie esperaba sucedió: el mexicano Ricardo Rodríguez perdió la vida en la peraltada, cuando corría a más de 150 kilómetros por hora en su auto de Lotus 24 con motor Climax. Mientras tomaba la curva, le falló la suspensión y se fue directo al riel de protección de la curva, con lo que murió al instante.
Ayrton Senna y otros pilotos se accidentaron
En 1988, Phillipe Alliot, de Lola-Ford, tomó la peraltada a 215 kilómetros por hora en la última clasificación del sábado 28 de mayo, cuando perdió control de su auto, el cual se partió en tres y voló hasta el lado contrario del circuito, con las llantas boca arriba.
El impacto fue tal, que Ayrton Senna, con McLaren en ese año, se orilló para ir en auxilio del piloto. Para buena fortuna, el francés salió por sus propios medios del auto, aunque no se acordaba de lo sucedido. La clasificación se reanudó y el británico Julian Bailey, de Tyrrell también se accidentó, pero salió ileso.
Pero un tres veces campeón del mundo como Senna también chocó en esta antigua sección de la pista. Fue el 15 de junio de 1991 durante la preclasificación de ese viernes cuando Ayrton Senna perdió el control de su McLaren y rodó y aterrizó boca abajo.
El brasileño salió de aquel accidente solo con una lesión en la cabeza y pudo correr el día siguiente para acabar tercero, pero se sentó otro precedente de la “maldita” peraltada y, ante la presión de los pilotos, se redujo de 15 a tres grados de inclinación para 1992, la última vez que se corrió el Gran Premio de México en su segunda etapa.
El adiós de la peraltada
23 años después de aquella carrera de 1992, el Gran Premio de México volvió a celebrarse, cuando la Fórmula 1 llevó su espectáculo al Autódromo Hermanos Rodríguez. Pero mientras se preparaba este retorno, la curva peraltada desapareció del trazado, pues los promotores de la carrera no deseaban que hubiera accidentes.
Se eliminó la curva, pero a su vez se optó por una decisión que muchos aplauden: cambiar el trazado de tal forma que los autos pasen por en medio del Foro Sol. Esta decisión ha sido aplaudida por los propios pilotos, que destacan el estadio de este circuito como uno de los más recordados.
DAO