Las próximas horas son cruciales en el futuro de Julio César Domínguez, y es que, la directiva de Cruz Azul, encabezada por el presidente, Víctor Velázquez, se encuentra molesta y decepcionada por la fiesta infantil que le organizó a su pequeño hijo, donde el Cata hizo apología a la violencia que se vive en el país, motivo por el cual analizan un castigo ejemplar para el todavía defensa de La Máquina.
A pesar de ofrecer disculpas mediante sus redes sociales y de no ser convocado por el técnico Raúl Gutiérrez para el duelo inaugural de los celestes en este Clausura 2023 ante Xolos de Tijuana, la dirigencia, que le llamó la atención al futbolista por el controvertido festejo de su hijo, tiene en la mesa la posibilidad de rescindir el contrato del Cata Domínguez, pues al interior se ha comentado que involucró a la institución al exhibir el emblema del club entre armas (de juguete), insignias y siglas del crimen organizado, luego de los hechos violentos que se suscitaron en Sinaloa durante la detención del narcotraficante Ovidio Guzmán López, los cuales hicieron que el duelo entre Mazatlán vs. León en la Perla del Pacífico se suspendiera.
Domínguez podría sufrir el mismo destino por el que atravesó el ex portero de Dorados de Sinaloa, Gaspar Servio, quien fue despedido por una polémica similar a la que realizó el pasado 6 de enero el zaguero cementero.
En octubre del 2019, Gaspar Servio fue cesado del conjunto sinaloense, esto luego de burlarse de la violencia que se desató en Culiacán por la captura y posteriormente liberación de Ovidio Guzmán López.
En aquel entonces, el portero argentino, posteó en sus historias de Instagram, videos de los actos violentos con música, burlándose de lo sucedido, por lo que la dirigencia inmediatamente dio por culminada su relación con el cancerbero.
Hasta hoy, Cruz Azul no ha emitido ningún pronunciamiento sobre lo sucedido, pero se espera que en las próximas horas, el Cata Domínguez y La Máquina terminen su relación de una forma unilateral.
