Cinco minutos de letargo en Universidad le bastaron a Necaxa para castigarlos de manera contundente. Fue un lapso en el que Pumas se mostró como un bodrio en defensa, permitió dos goles y prácticamente todo el partido fue contracorriente, aunque el cuadro universitario mejoró, no le alcanzó y sumó su cuarto partido sin ganar. La derrota por 3-1 pone a Pumas y a Rafael Puente es un escenario con tintes de alerta.
El inicio del partido fue una pesadilla para Universidad, el equipo no logra corregir los errores en defensa, los despistes van directo al marcador y lo ponen en un escenario adverso muy temprano. Apenas arrancaba el juego y Édgar Méndez los sorprendió con un cabezazo.
Los universitarios no terminaron de encajar el primer golpe cuando recibieron el segundo. El mismo atacante español se armó un golazo, controló por izquierda, recortó al centro, un tiro con comba que superó el lance de Sebastián Sosa. En diez minutos Pumas estaba contra las cuerdas.
Lo primero que debía hacer Pumas era serenarse, meterse al partido y ganar confianza antes de lanzarse al ataque, lo fueron haciendo paulatinamente, mejoraron su imagen, pero no lograban inquietar a Hugo González.
Los esbozos universitarios llegaron, al menos fue para pasar lista, porque la reacción fue más a trompicones que con un futbol estructurado. Huerta y Dinenno acercaron la pelota a la meta necaxista. Pasada la media hora Universidad empezó a lucir mejor, pero le faltaba generar una de peligro.
Si en el arranque del primer tiempo Necaxa mostró eficacia, en el cierre, Pumas respondió con un sólido frentazo de Nicolás Freire, quien remató un córner lanzado por el debutante Alfonso Monroy. Fueron los mejores instantes de Universidad, pero ese arrebato no le alcanzó para el empate. Los Rayos respiraron y se llevaban al vestuario ventaja.
Ahora sí salió con más tensión Pumas, afloró su orgullo, compitió el partido y mantuvo la inercia, tuvo el empate, pero le faltó esa pizca de contundencia. Del Prete no logró empalmar un buen pase de Huerta, luego Hugo le robó al Chino el empate y el portero también se lo negó a Dinenno.
Lillini reforzó el medio campo, porque Pumas era mejor en la circulación. Y Rafa Puente mandó a Salvio, apostó por el talento del argentino quien no jugaba desde la Jornada 3. Era matar o morir, tenía que dar la cara el equipo felino para rescatar el resultado.
Salvio dio ese pase que se esperaba, asistió a Del Prete, el Tuti controló y remató, pero su tiro fue bloqueado por la defensa. Necaxa entendió que el partido pasaba por resistir, porque Pumas no dejaba de insistir, pero esa cuota de fortuna no le llegó a ninguno de los ofensivos.
Y lo que Pumas no pudo lograr sí lo hicieron los Rayos que mataron el partido con un gol de Agustín Oliveros al 84’. El reencuentro con Andrés Lillini fue muy amargo para los universitarios.
Universidad entra en una inercia peligrosa, en una semana de nueve puntos corre el riesgo de quedarse con las manos vacías, de nada le sirve corregir sobre la marcha y tener llegada cuando los yerros defensivos suben a la pizarra. El sábado recibe a Chivas en el primer clásico de la temporada, que demandará ganar por lo civil o lo criminal, si no lo hace el semáforo pasará de amarillo a rojo.
DAO